El Papa Francisco alentó a Mons. Aguer a seguir trabajando en la periferia

El Papa Francisco alentó al Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, a seguir trabajando en la periferia, y continuar con la creación de nuevos colegios católicos, ante la emergencia educativa, y la creciente demanda de los padres. El prelado platense, quien acaba de regresar de Roma -donde también asistió a diversas reuniones en la Curia, y a la defensa de la tesis doctoral de uno de los sacerdotes de la Arquidiócesis que estudian allí- calificó al encuentro con el Santo Padre como «largo y afectuoso».
Explicó, en tal sentido, que «hablamos de muchas cosas, y pude ofrecerle un panorama de la vida pastoral de nuestra Arquidiócesis, de nuestros proyectos, dificultades y esperanzas. Le expliqué, especialmente, que estamos multiplicando los centros de evangelización en las zonas periféricas: nuevas capillas y parroquias destinadas a una atención integral, que responda a las múltiples necesidades de la población. El Papa me animó a continuar con esta obra, y con la creación de escuelas católicas, para afrontar los desafíos educativos que se plantean en la sociedad argentina de hoy. Le trasmití al Santo Padre saludos de todos, sacerdotes y fieles, que él retribuyó con especial cariño y con su bendición».

Euforia en la Misión Juvenil Arquidiocesana

Las palabras del Papa Francisco, trasmitidas por Mons. Aguer, causaron euforia en la Misión Juvenil Arquidiocesana que, con un centenar de adolescentes y jóvenes, y con el lema «Caminemos hacia la Esperanza», se desarrolla en la parroquia San José Obrero, de Berisso, hasta el próximo Domingo 9 de febrero. Mons. Aguer les dijo a los jóvenes que el Papa les enviaba un especial saludo. Y que había comentado, junto a él, la dilatada presencia de la Iglesia en la zona; desde los tiempos del siempre recordado padre Pascual Ruberto, un verdadero apóstol de la Doctrina Social de la Iglesia.
Por su parte, el Obispo auxiliar de La Plata, Mons. Nicolás Baísi, quien está directamente a cargo de la Misión, les dijo a los jóvenes «que ésta es una de nuestras periferias. ¡Y aquí estamos!. Dispuestos a llevar con enorme alegría nuestra condición de discípulos y misioneros de Cristo».