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Nutrida concurrencia a Corpus y la Jornada de la Misericordia.

Adoración al Santísimo Sacramento en la plaza Islas Malvinas.

Adoración al Santísimo Sacramento en la plaza Islas Malvinas.

 

     Este sábado 28 de mayo, una nutrida cantidad de fieles de la Arquidiócesis de La Plata participó de Corpus Christi, y la Jornada de la Misericordia, Misericordiosos como el Padre, en adhesión al Año Jubilar de la Misericordia. La Santa Misa fue presidida en la Catedral por el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer; y concelebrada por sus dos obispos auxiliares, Mons. Nicolás Baisi, y Mons. Alberto Bochatey, y decenas de sacerdotes diocesanos y religiosos, con destino en los cinco partidos (La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena, y Punta Indio), que integran la Arquidiócesis.
Ingreso de la procesión a la plaza Islas Malvinas.

Ingreso de la procesión a la plaza Islas Malvinas.

En su homilía -cuyo texto completo y oficial publicaremos próximamente-, Mons. Aguer destacó que «la Eucaristía es el mayor don de la Misericordia divina». Y propuso, como gran desafío pastoral, «trabajar para que los bautizados vayan a Misa»; ya que Argentina es uno de los países con menor concurrencia de los católicos a la misa dominical.
     El prelado destacó, asimismo, la gran cantidad de fieles presentes; especialmente niños. Y tuvo especiales palabras de reconocimiento a los monaguillos, de las distintas parroquias, que en gran número participaron de la celebración.
Mons. Aguer llamó a crecer en la participación en Misa, y la Adoración al Santísimo.

Mons. Aguer llamó a crecer en la participación en Misa, y la Adoración al Santísimo.

Llegaron a la Catedral fieles de los cinco partidos que integran la Arquidiócesis.

Llegaron a la Catedral fieles de los cinco partidos que integran la Arquidiócesis.

      Al término de la Misa, tuvo lugar la tradicional procesión con el Santísimo Sacramento. Este año, tomó por calle 51, y recorrió cinco cuadras, hasta la plaza Islas Malvinas, en 19 y 51.
      Allí Mons. Aguer dio la bendición final, con el Santísimo. Y, a continuación, los sacerdotes atendieron confesiones; y en diversos puestos preparados para el efecto, se presentaron las catorce obras de misericordia, corporales y espirituales. Igualmente, en distintos espacios de animación, se promovió la participación de los laicos, en las distintas obras de misericordia que la Arquidiócesis tiene a su cargo. Como donaciones se llevaron pañales M y G, y leche larga vida.
      En los catorce puestos hubo religiosos y laicos comprometidos con distintas obras de misericordia en colegios, hospitales, cárceles y hogares de niños, entre otros. Se buscó, así, mostrar lo que se está haciendo; y numerosos fieles se comprometieron a sumarse a las diferentes iniciativas.
      Grupos musicales católicos, aportaron igualmente, su cuota festiva y de compromiso. Los niños y jóvenes, como era previsible, se destacaron asimismo por su alegre participación. Iban y venían repartiendo invitaciones a los distintos apostolados, y mostrando lo que se realiza. Asimismo, grupos de scouts católicos repartieron la merienda a los concurrentes.
       Originalmente, esta Jornada Arquidiocesana de la Misericordia se había anunciado para el sábado 2 de Abril último; en el tercer aniversario del trágico temporal e inundación de La Plata, el 2 de Abril de 2013, y en el 34º aniversario del desembarco en las Islas Malvinas. El alerta meteorológico emitido para la región, horas previas al encuentro, motivó que fuera postergado. En una posterior reunión del Consejo Presbiteral, el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, resolvió unir la Jornada con Corpus. Y resaltar, de ese modo, la unión de la Eucaristía, sacramentum caritatis, con la misericordia.
     De cualquier modo, la lluvia tampoco faltó en esta jornada. Cuando ya estaba concluyendo, se hizo presente con intensidad. «Una muestra -destacó un sacerdote- de que el Señor nos regaló un buen tiempo para rezar, festejar, escucharnos y aprender. El agua del final nos recordó, igualmente, que siempre debemos ser cobijo para nuestros hermanos. Y que cualquier tiempo es bueno para ser misericordiosos».
En la plaza Islas Malvinas, de rodillas ante el Santísimo Sacramento.

En la plaza Islas Malvinas, de rodillas ante el Santísimo Sacramento.

 

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