Mons. Mestre pidió “hacernos eco del legado del Cardenal Pironio y ser hombres y mujeres de esperanza”
Este domingo 12 de noviembre, el Arzobispo Gabriel Mestre presidió la Santa Misa en acción de gracias por la próxima beatificación del Cardenal Eduardo Pironio. Concelebraron la Eucaristía, el obispo auxiliar, Mons. Jorge González; Mons. Rodolfo O’Neill y el Pbro. Guillermo Khidir.
El Arzobispo recordó que el Cardenal Eduardo Pironio se formó en el Seminario San José de La Plata, fue obispo auxiliar durante ocho años y tuvo durante varios años un pleno ejercicio en la Iglesia argentina y en la Iglesia latinoamericana como presidente del CELAM.
Luego fue designado obispo de Mar del Plata y después de tres años como pastor de esa diócesis, el Papa San Pablo VI lo llamó a Roma como prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, mientras que San Juan Pablo II lo designó al frente del Pontificio Concejo para los Laicos.
A la luz de las lecturas bíblicas, el Padre Obispo propuso tres breves puntitos sintetizados en tres palabras: SABIDURÍA, TIEMPOS, DIFÍCILES.
En la primera palabra, manifestó que la “sabiduría bíblica no solo tiene que ver con la sabiduría intelectiva, sino que la sabiduría tiene que ver con el arte del vivir según los designios de Dios”.
“Tenemos muchas mujeres y varones sabios en la Biblia. Las santas y los santos de la vida de la Iglesia son evidentemente personas sabias, en el sentido bíblico del término, y Mons. Eduardo Pironio como beato ya de la Iglesia, es realmente sabio” señaló.
“Que lindo desafío es para nosotros hoy ser hombres y mujeres sabios según la perspectiva de la Palabra, del Evangelio; tener realmente la aceitera de nuestro corazón llena para poder ser esa luz que Cristo quiere que seamos en el mundo, tener esta capacidad que nos viene de Dios de jugarnos por lo esencial, por lo profundo, y no enroscarnos en la cáscara, en lo accesorio y secundario de la vida que tantas veces nos termina complicando”, destacó.
Y animó a preguntarse: “Soy un hombre o una mujer sabia según la sabiduría bíblica; qué puedo hacer para ser realmente sabio. Pedir la intercesión de la Virgen, de los santos y del beato Pironio para ser hombres y mujeres sabios”.
En la segunda palabra, motivó a reflexionar acerca de “cómo invertimos nuestro tiempo. El cardenal Pironio supo invertir y no malgastar su tiempo. La vida no se improvisa, sino que se proyecta según Dios”, enfatizó.“Qué estoy haciendo yo con mi tiempo? ¿Cómo puedo yo optimizarlo para que sea tiempo de Dios, de fe, de alegría, de compromiso, de luz?”, meditó.
En la última palabra, el Arzobispo recordó que el futuro beato propuso una serie de meditaciones que las tituló ‘Meditaciones en tiempos difíciles’. “Los tiempos difíciles van y vienen a lo largo de la vida de la historia de la humidad de cada nación, de cada lugar, de cada familia y persona”, aseveró el Padre Obispo quien dijo que «el común denominador de las meditaciones del Cardenal Pironio es la esperanza, una esperanza que mira a Dios”.
“Que hoy nosotros, como discípulos del Señor, podamos hacernos eco en este tiempo, en esta realidad, en estos tiempos difíciles que nos tocan en esta segunda parte del 2023, del legado de Mons. Eduardo Pironio y ser hombres y mujeres de esperanza”, concluyó.
Antes de la bendición final, el Arzobispo agradeció la presencia de religiosas en la celebración y también de integrantes de la Acción Católica platense.
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