Mons. Baisi presidió las fiestas patronales de San José Obrero, de Berisso.

Mons. Baisi acompañado por el párroco, padre Miguel Harriague.

Mons. Baisi llamó a valorar la cultura del trabajo.

Procesión por las calles del barrio.

La fe del pueblo a San José, modelo de padre y de obrero.

Órgano e instrumentos de cuerda en la celebración.

Estampa conmemorativa.

El Obispo auxiliar de La Plata, Mons. Nicolás Baisi, presidió las fiestas patronales de la parroquia San José Obrero, en el barrio Obrero, de Berisso; una de las zonas más pobres de la periferia platense. Acompañó al prelado, el párroco, padre Miguel Harriague; e hicieron lo propio, también, varios sacerdotes del decanato Berisso – Ensenada, y de la Casa Sacerdotal «Cura Brochero», de Los Hornos. Participó, asimismo, una delegación de sacerdotes, frailes y laicos de los Franciscanos de la Inmaculada; encabezada por el sacerdote filipino, padre Isidro Cipres, FI.

Estuvo, también, el intendente de Berisso, profesor Jorge Nedela, junto a su familia. Y concurrieron, igualmente, delegaciones de las parroquias Santos Pedro y Pablo, Santa Teresita del Niño Jesús, y San Cayetano, de Berisso. Y de las parroquias Sagrado Corazón de Jesús, y Santos Mártires Inocentes, de Cambaceres, Ensenada.

Las patronales tuvieron el especial marco de los 60 años de la parroquia; erigida canónicamente por el entonces Arzobispo de La Plata, Mons. Antonio José Plaza, el 20 de enero de 1957. Igualmente, con la impronta del Año Vocacional Arquidiocesano, se puso de relieve la figura del padre Pascual Ruberto -tan recordado en el barrio por su generosa entrega apostólica-, a 25 años de su fallecimiento.

Los festejos dieron comienzo con una procesión por las calles de la zona; de la que participaron los scouts, la Legión de María, diversas instituciones de la parroquia y los Bomberos Voluntarios, de Berisso. A continuación, se celebró la Santa Misa; en la que Mons. Baisi definió a San José como modelo de padre, y de obrero. Y llamó a recuperar la cultura del trabajo, en la Argentina.

Por su parte, el párroco, padre Harriague, le agradeció al Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, su confianza al nombrarlo párroco; cargo que asumió el pasado 19 de Marzo. Y a Mons. Baisi por su cercanía y respaldo.

Anunció, asimismo, que el próximo mes de julio se celebrará una Misa por el eterno descanso del padre Pascual Ruberto, a 25 años de su partida a la Casa del Padre. Y para el Domingo 9 de Julio, está previsto un festival folclórico en el club Villa Roca, 162 Norte 2759.

Homenajes al padre Pascual Ruberto

El P. Ruberto estuvo 34 años en la parroquia.

Dijo, también, el padre Harriague, que «queremos rendirle, a lo largo de este año tan significativo, distintos homenajes al querido y recordado padre Pascual Ruberto; que ha marcado con un sello indestructible nuestra parroquia. Ha sido un apóstol incansable en tiempos bien difíciles; y sigue siendo evocado, en virtud de sus múltiples inquietudes sociales, por distintas instituciones del barrio».

El P. Ruberto nació en Avellaneda el 17 de diciembre de 1920. Y fue ordenado Sacerdote el 10 de diciembre de 1950, por el entonces Arzobispo de La Plata, Mons. Tomás Juan Carlos Solari. Luego de estar destinado en distintas parroquias de Moreno, La Plata, Témperley, Hurlingham y San Justo (en ese entonces, la Arquidiócesis platense abarcaba gran parte de la provincia de Buenos Aires); el 20 de enero de 1957 fue designado Vicario Ecónomo de San José Obrero, de Berisso, y el 8 de diciembre de ese mismo año párroco de la misma comunidad. Allí permaneció casi hasta su muerte, ocurrida el 1º de julio de 1992. Desde el 1º de Mayo de 1993 está sepultado en la parroquia.

Fue gran impulsor del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, y del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana. Valiente promotor de la Doctrina Social de la Iglesia, y la consecuente protección de los más humildes, trabajó por el compromiso cristiano de los obreros y sus dirigentes gremiales. Es especialmente recordado por cumplir esa misión anclado en el Evangelio; sin desviaciones ideológicas de ningún tipo.