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Fue bendecida en La Plata la Casa Sacerdotal «Jesús Buen Pastor».

Momento en que Mons. Baisi bendice la nueva Casa Sacerdotal.

Momento en que Mons. Baisi bendice la nueva Casa Sacerdotal.

 

      Con la presencia de los obispos auxiliares de La Plata, Mons. Nicolás Baisi, y Mons. Alberto Bochatey, fue bendecida, en 25 entre 70 y 71, en el predio del Hospital «San Juan de Dios», la Casa Sacerdotal «Jesús Buen Pastor». Es la segunda de su tipo en la Arquidiócesis de La Plata (la primera se encuentra en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Los Hornos); y está destinada como residencia comunitaria de sacerdotes diocesanos. Ocupa el lugar donde estaban las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.
     Las instalaciones tienen capacidad para alojar cinco sacerdotes. Inicialmente están destinados allí los padres Pablo Osow (Superior de la comunidad); y los padres Daniel Manzuc, y Pablo Matella. El padre Osow agradeció al Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, y a sus obispos auxiliares «por su respaldo a esta iniciativa, querida por la Iglesia para fomentar la vida comunitaria de los sacerdotes. Igualmente, agradecemos a las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia y al Voluntariado de la Misericordia, por tan cálida recepción y por el ‘sentir con la Iglesia’ que han demostrado en gestos concretos y palabras, al comenzar esta nueva etapa».
      Conforme a lo que alienta la Iglesia universal, las casas sacerdotales de la Iglesia platense congregan en la vida comunitaria a sacerdotes diocesanos; que realizan diferentes apostolados, en distintos ámbitos. Junto a sus múltiples tareas, comparten allí la oración comunitaria con la Liturgia de las Horas, espacios de reflexión y meditación y, también, de sano esparcimiento. En el caso de esta nueva casa, se ha firmado un convenio con las autoridades del Hospital, para la atención pastoral de la Capilla de Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento, que está en el centro asistencial.
Magisterio sobre la vida comunitaria de los presbíteros
      Desde siempre la Iglesia promovió la vida comunitaria de los sacerdotes diocesanos. Y abundan los documentos magisteriales sobre el particular.
      El Concilio Vaticano II, en su decreto Presbyterorum ordinis, sobre el ministerio y la vida de los presbíteros, dice en su punto numero ocho que «a fin de que los presbíteros encuentren mutua ayuda en el cultivo de la vida espiritual e intelectual, puedan cooperar mejor en el ministerio y se libren de los peligros que pueden sobrevenir por la soledad, foméntese alguna especie de vida común o alguna conexión de vida entre ellos, que puede tomar formas variadas, según las diversas necesidades personales o pastorales; por ejemplo, vida en común, donde sea posible; de mesa común, o a lo menos de frecuentes y periódicas reuniones».

     Por su parte, el Directorio para el Ministerio y la Vida de los Presbíteros, de la Congregación para el Clero, en su número 37, sostiene que: «La capacidad de cultivar y vivir maduras y profundas amistades sacerdotales se revela fuente de serenidad y de alegría en el ejercicio del ministerio; las amistades verdaderas son ayuda decisiva en las dificultades y, a la vez, ayuda preciosa para incrementar la caridad pastoral, que el presbítero debe ejercitar de modo particular con aquellos hermanos en el sacerdocio, que se encuentren necesitados de comprensión, ayuda y apoyo. La fraternidad sacerdotal, expresión de la ley de la caridad, no se reduce a un simple sentimiento, sino que es para los presbíteros una memoria existencial de Cristo y un testimonio apostólico de comunión eclesial».

Mayores informes sobre la Casa Sacerdotal «Jesús Buen Pastor» pueden obtenerse a través del sitio de facebook: https://www.facebook.com/osowpablo , o por el correo electrónico: pabloosow@gmail.com

Un ámbito para promover la vida comunitaria de los sacerdotes.

Un ámbito para promover la vida comunitaria de los sacerdotes.

 

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