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Este jueves 3, el clero platense peregrinó a Luján.

 

 

Como todos los meses de noviembre, el clero platense peregrinó a Luján.

Como todos los meses de noviembre, el clero platense peregrinó al Santuario Nacional.

 

     El clero platense peregrinó este jueves 3 de noviembre al santuario nacional de Nuestra Señora de Luján. Los sacerdotes partieron, por la mañana, desde la explanada frente a la Catedral. A las 11.30, ya en la Basílica, tuvieron un momento de oración personal. Y, a las 12, el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, presidió la Santa Misa. Concelebraron sus dos obispos auxiliares, Mons. Nicolás Baisi, y Mons. Alberto Bochatey, OSA; y todos los sacerdotes presentes. Por último, se compartió el almuerzo fraterno.
     Al comentar el pasaje del Evangelio proclamado en la Eucaristía (Jn 19, 25 – 27), Mons. Aguer sostuvo que «en la Hora suprema de la Cruz, se da un sublime intercambio. El Señor le da su Madre al discípulo, y el discípulo la recibe como Madre. Bien sabemos que en el discípulo amado estamos todos nosotros… Este pasaje del Evangelio de San Juan se vincula con las Bodas de Caná (Jn 2, 1 – 12). En ambos, Jesús llama a su Madre, Mujer (Nueva Eva). En Caná dijo que aun no había llegado su Hora, y la Cruz fue su Hora, la del Nuevo Adán. En Caná, María les pidió a los sirvientes: hagan todo lo que Él les diga…».
     Añadió que «cada vez que venimos a Luján, es necesario deternenos un buen momento, sin apuros, para mirar a María. Y pedirle que nos ayude a ver, con su mirada, a todos los hijos que el Señor nos manda… El Papa Francisco insiste, una y otra vez, que debemos ser una Iglesia de puertas abiertas. Y se refiere, claro está, a la voluntad de querer recibir a todos, especialmente, a los más alejados. Pero, también, es importante hacer referencia a la apertura física de las puertas de los templos. Es doloroso comprobar, en ocasiones, que algunos templos están cerrados, por ejemplo, a las cinco de la tarde. Y que solo se celebra allí la Misa de los Domingos…».
Dijo, igualmente, que el Papa nos habla, también, en reiteradas ocasiones, de las «periferias geográficas y existenciales. En cuanto a las periferias geográficas, hoy enriquecidas con la llegada de inmigrantes bolivianos, paraguayos y peruanos, nuestra Iglesia platense está firmemente empeñada en la construcción de nuevas capillas, parroquias, centros misioneros, y otros sitios de evangelización… En esta sociedad descristianizada, aun queda en esos barrios, gracias a Dios, algo de fe; que lleva a bautizar a los niños, inscribirlos para catequesis, y participar de algún modo en la vida de la Iglesia».
     Subrayó, en contraste, que «las periferias existenciales suelen ser más complejas… Ahí pareciera que la actual cultura arrasó buena parte de nuestra fe católica… Por ejemplo, ¿cómo no plantearse que las parroquias de las zonas céntricas están en verdaderas periferias existenciales?. ¿Cómo no salir, allí, al encuentro de instituciones, universidades, y todo tipo de organizaciones donde Dios es el gran ausente».
Por último, les pidió a los sacerdotes ser, como María, «humildes, pacientes y trabajadores. Y pidámosle a Jesús que Él haga por nosotros lo que no sabemos o no podemos hacer».
Las peregrinaciones platenses a Luján
     A principios de noviembre, todos los años, el presbiterio platense, encabezado por su Arzobispo, peregrina a Luján; para darle gracias a la Virgen por todos los beneficios recibidos en el año, y poner en sus manos el año próximo. Esta peregrinación se suma a la que todas las comunidades arquidiocesanas realizan en mayo, el sábado posterior a la solemnidad de Nuestra Señora de Luján.
     Asimismo, a lo largo del año, distintas parroquias y movimientos realizan sus respectivas peregrinaciones particulares. Y participan, también, de la gran peregrinación nacional del primer sábado de octubre.
     El santuario de Luján perteneció a la antigua jurisdicción del entonces Obispado de La Plata. Y, junto a él, se fundó el Seminario Mayor San José de La Plata, en 1922.
Mons. Aguer pidió ver con la mirada de María a los hijos que el Señor nos manda.

Mons. Aguer pidió ver con la mirada de María a los hijos que el Señor nos manda.

 

Mons. Aguer, con sus Obispos auxiliares, en la peregrinación: a su derecha, Mons. Alberto Bochatey, OSA; a su izquierda, Mons. Nicolás Baisi (3-11-2016).

Mons. Aguer, con sus Obispos auxiliares, en la peregrinación: a su derecha, Mons. Alberto Bochatey, OSA; a su izquierda, Mons. Nicolás Baisi (3-11-2016).

 

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