El sábado 9 de mayo se realizará la peregrinación arquidiocesana platense a Luján.
Como ocurre, ininterrumpidamente, desde 1899, el próximo sábado 9 de mayo, se realizará la peregrinación arquidiocesana platense a Luján. La Santa Misa en el Santuario Nacional de la Virgen se oficiará a las 11; y será presidida por el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer. Concelebrarán con él sus obispos auxiliares, Mons. Nicolás Baisi, y Mons. Alberto Bochatey, OSA, y todos los sacerdotes diocesanos y religiosos de la jurisdicción.
Luego de la celebración se prevé el compartir fraterno y la recreación en el Descanso del Peregrino. Y, a las 15, como es tradicional, se rezará el Santo Rosario.
Al invitar a los fieles de la Arquidiócesis a concurrir, Mons. Aguer, subrayó que «iremos con fe, con amor, con devoción; llevaremos en nuestro corazón intenciones entrañables, muy personalmente nuestras. Pero no debemos olvidar de nuestra pertenencia a la Iglesia y de sus múltiples necesidades, tanto universales cuanto particulares».
El prelado platense destacó que, entre otras intenciones, se le pedirá a la Virgen por «la pesecución que sufren los cristianos en varios países de Medio oriente y África, alentadas y ejecutadas con crueldad por el extremismo islámico». Y, en el ámbito nacional, para que se termine «la prepotencia de quienes detentan poder y dinero» y se «pueda detener la extensión amenazante del narcotráfico, que es favorecido por la complicidad y la corrupción de quienes deberían combatirlo».
Este es el texto completo y oficial de la convocatoria de Mons. Aguer, a la peregrinación:
Desde hace 116 años la comunidad católica de La Plata peregrina al Santuario Nacional de Nuestra Señora de Luján, siempre en una fecha cercana a la solemnidad litúrgica. Han pasado muchos años desde aquellos fervorosos inicios, y con los años varias generaciones, pero cada año es un único sujeto el que peregrina: la Iglesia Platense. ¡Qué alegría poder continuar esa tradición, que seguramente continuarán también los fieles que sean nuestros sucesores!
escudo accion catolica argentina Una peregrinación no es una marcha cualquiera de un lugar a otro; es un camino que se traza con espíritu de fe, y su meta es el encuentro con el Señor y con su Madre. Con la Madre, ciertamente, que es la intercesora por excelencia ante su Hijo y siempre nos lleva a Él. Iremos entonces con fe, con amor, con devoción; llevaremos en nuestro corazón intenciones entrañables, muy personalmente nuestras. Pero no debemos olvidar de nuestra pertenencia a la Iglesia y de sus múltiples necesidades, tanto universales cuanto particulares.
Uno de los problemas urgentes es la persecución que sufren los cristianos en varios países de Medio Oriente y África, alentadas y ejecutadas con crueldad por el extremismo islámico. No podemos olvidarnos de aquellos hermanos nuestros, aunque geográficamente lejanos, unidos a nosotros por la fe en el Señor. Que la Virgen Santísima, Madre de la Iglesia, les obtenga por su intercesión la fortaleza, la libertad y la paz.
En Luján pediremos también por nuestra patria. ¿Cómo no estar preocupados por su suerte? No es posible afianzar una convivencia serena y pacífica si perdura la prepotencia de quienes detentan poder y dinero, si no podemos superar el defecto crónico de la discordia, si vivimos echándonos la culpa unos a otros. Necesitamos en la sociedad, una educación de calidad que incluya a los hijos de las familias más necesitadas. Pidámosle especialmente a Nuestra Señora que se pueda detener la extensión amenazante del narcotráfico, que es favorecido por la complicidad y la corrupción de quienes deberían combatirlo. La salud integral de los jóvenes, de nuestros niños, está en juego. Además, desgraciadamente, en el ordenamiento jurídico de Argentina se han incorporado leyes contrarias al orden natural y por lo tanto injustas que promueven y agravan la descomposición de la familia; ¡ojalá se puedan neutralizar sus efectos dañinos mediante un retorno al sentido común y a los valores que corresponden a la dignidad humana!
Le pediremos, asimismo, a Nuestra Señora que nos ayude a reconocer con alegría los dones espirituales que el Espíritu Santo derrama en la arquidiócesis y con los cuales enriquece nuestra vida eclesial. En efecto, numerosos jóvenes se muestran ansiosos de conocer más a Jesús y responden con alegría; algunos se comprometen generosamente en los grupos misioneros. Roguemos sobre todo por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, por la santidad de los sacerdotes y de las familias cristianas, por el trabajo de evangelización integral que se realiza en las periferias de nuestra ciudad; que el Señor, que vino para evangelizar a los pobres, nos ayude a expandir la presencia de la Iglesia en esas zonas. Que podamos también iluminar con el mensaje de la fe el mundo de la universidad, de la cultura y del trabajo, como a todos los ámbitos de la sociedad platense.
Es esta que propongo una lista quizá demasiado extensa de intenciones comunes. Pero podemos resumirlas en una sola, en una simple, confiada y afectuosa súplica de hijos: ¡Madre de Luján ayúdanos!
+ Héctor Aguer
Arzobispo de La Plata
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