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Cardenal Eduardo Pironio: «Su vida ha sido un don para la Iglesia universal» 

A lo largo del día de ayer, viernes 18 de febrero, han surgido muchas muestras de alegría por la promulgación del Decreto que declara las virtudes heroicas del Siervo de Dios, Cardenal Eduardo Francisco Pironio. Su vida ha sido un don para la Iglesia universal, el reconocimiento de su figura y este paso en el camino a su Beatificación, despertó mucho gozo en la Iglesia Latinoamericana y muy especialmente en el Pueblo de Dios que peregrina en Argentina.

También nosotros, la comunidad católica platense estamos felices. Nos sentimos orgullosos… fuimos bendecidos por su amistad y su ministerio pastoral. Su paso por el ya centenario Seminario Mayor San José, como joven seminarista, y su inolvidable perfil de padre y pastor, como Obispo Auxiliar de La Plata, marcaron la vida de sacerdotes, religiosas, comunidades parroquiales, familias e instituciones laicales. Muchos platenses estarán evocando tantos recuerdos… las prédicas de Cuaresma y Adviento en la parroquia de Las Victorias, sus diálogos serenos y llenos de sabiduría con la vida consagrada, su cercanía cordial con los jóvenes de la Acción Católica, el abrazo fraterno a tantos sacerdotes que se sintieron especialmente sostenidos y escuchados, las comidas compartidas en la sencillez de muchas mesas, siempre colmadas del afecto y del cariño fraterno y familiar.

Muchos años de su vida el Cardenal Pironio pasó fuera del país, sin embargo supo mantener vivo los lazos con nuestra ciudad. Cuántos platenses que lo visitaron en Roma! Y cuántas han sido también las escapadas silenciosas por la localidad de Gonnet donde vive parte de su familia. Comparto estos recuerdos con mucha emoción. Los he recogido de la memoria viva de tantos hermanos y hermanas en la fe que me los han transmitido. Siempre me impactó su figura sacerdotal. Leí y me nutrí de sus escritos. Y también tuve la gracia de conocerlo: siendo muy joven, acabando el primer año del Seminario, pude tener, medio de casualidad, un poco por caradura y mucho de providencial, un diálogo que me marcó para toda la vida… hoy me toca servir en la misma misión que Pironio tuvo en La Plata como Obispo Auxiliar, todos los días le pido a María a quien tanto amó, que su vida inspire mi ministerio episcopal, la vida de un obispo que amó apasionadamente a la Iglesia y al mundo, y que con fidelidad a la Palabra de Dios supo indicar siempre horizontes y caminos de esperanza.

 

Jorge E. González

Obispo Auxiliar de La Plata

 

Algunos datos biográficos:

Eduardo Pironio entró al seminario de La Plata y fue ordenado presbítero en 1943. Fue asesor general de la Acción Católica Argentina y consagró sus esfuerzos a la formación de los laicos. Ordenado obispo auxiliar de La Plata en 1964, administrador de Avellaneda y residencial de Mar del Plata en 1972, demostró su amor hacia los sacerdotes, las religiosas y los laicos. Desempeñó una fecunda tarea como secretario general y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (1968-1975). El papa Paulo VI lo llamó a su lado y lo hizo cardenal en 1976, para ocuparse de los religiosos e institutos seculares del mundo entero.

Posteriormente, acompañó a Juan Pablo II en su pontificado como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Fue, además, el creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

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