Una tradición de varios años: Mons. Aguer bendijo cientos de pandulces para los más pobres.
Siguiendo una tradición que ya lleva varios años, el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, bendijo en la Asociación Empresaria Hotelera, Gastronómica y Pastelera de La Plata, cientos de pandulces destinados a los más pobres, de las parroquias periféricas, y de otras instituciones. Estuvieron presentes varios sacerdotes, religiosas, y los directivos de la entidad donante; entre ellos, su presidente, Claudio Nolberto Aguilar, y el titular de la Asociación Iberoamericana de Institutos Educativos de Hotelería, Gastronomía y Turismo, Mario Aguilar. Asistieron, también, estudiantes y egresados de los cursos de gastronomía.
El prelado platense agradeció esta nueva iniciativa solidaria de los empresarios del sector, «que nos muestra el sentido profundo de la Navidad. Jesús es el pan vivo bajado del Cielo; y Él nos enseña a pedirle al Padre, el pan de cada día».
Agregó que «el pan es el alimento más básico, y no debe faltar en ninguna mesa. La Navidad nos trae el agregado del dulce; signo del manjar del Cielo, que derrota todas las amarguras. ¡Que nadie esté triste cuando nace Jesús!».
Mons. Aguer, luego de la bendición, hizo entrega de los diplomas correspondientes a los egresados de los cursos de gastronomía. Y, seguidamente, los pandulces empezaron a distribuirse entre las instituciones que los repartirán a los más necesitados. Entre ellas, figuran: Cáritas La Plata; basílica San Ponciano; parroquias Nuestra Señora de Caacupé, María Reina, Santos Pedro y Pablo, Santa Cruz, Nuestra Señora de La Paz, Nuestra Señora de Luján, de Bavio, y María Auxiliadora, de Abasto.
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