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Mons. Bochatey presidió la Misa Exequial en memoria del Padre Alfonso González Sánchez

Este viernes 20 de diciembre, el Administrador Apostólico, Mons. Alberto Bochatey OSA, presidió la Misa Exequial en memoria del Padre Alfonso González Sánchez, en la capilla Nuestra Señora de los Dolores de la Iglesia Catedral.

Concelebraron la Eucaristía, el obispo auxiliar, Mons. Federico Wechsung; el párroco de la Catedral, Padre Hernán Remundini, junto con un grupo numeroso de sacerdotes. Acompañaron también familiares del Padre Alfonso y fieles que compartieron con él en diversas comunidades a lo largo de su vida ministerial.

A la luz del Evangelio de la Anunciación, Mons. Bochatey destacó la vida del Padre Alfonso, sacerdote incansable y quien hasta el final de su vida sirvió a la Iglesia, a pesar de su edad.

“Eso es una señal de perfección porque nosotros, los sacerdotes, no tenemos jubilación. Nos jubilará el Gobierno o el Derecho Canónico, pero el ministerio, la comunión con Cristo es algo que no tiene tiempo, es algo esencial en nosotros mismos; y Alfonso nos enseñó a dar eso, a seguir adelante, con esa sonrisa, su sentido del humor que viene de la vida interior”, manifestó.

Además, destacó el hecho de “poder dar gracias a Dios en una Misa Exequial por tantos años de vida sacerdotal y de vida de Bautismo es también un signo de alegría y de renovada esperanza también”. “Pidámosle profundamente a Dios que reciba el alma de Alfonso, toda su vida ministerial, y que también les de mucha paz a sus hermanas y sobrinos, así como a esta familia postiza que lo cuidó durante muchos años”, subrayó.

Mons. Bochatey transmitió también el saludo del Mons. Jorge González, quien no pudo estar presente, y también la cercanía y condoclencias con los familiares por parte del Arzobispo electo, Mons. Gustavo Carrara, quien celebraría la Misa en memoria del Padre Alfonso. Mons. Bochatey también expresó la cercanía de todo el clero platense.

Sobre el final de la Eucaristía, Mons. Wechsung realizó el responso y luego los restos mortales del Padre Alfonso fueron trasladados al Panteón del Clero del cementerio local.

Una vida marcada por el servicio y la vocación sacerdotal

El presbítero Alfonso Sánchez había nacido en la ciudad de Canelones, Uruguay, el 3 de noviembre de 1942. Proveniente del Instituto de Vida Consagrada, siendo religioso profeso y habiendo realizado la mayor parte de sus estudios eclesiásticos, ingresó al seminario San José en 1983 y recibió su ordenación sacerdotal en marzo de 1984 de manos del entonces arzobispo, monseñor Antonio Plaza. Su primer destino fue la parroquia Santa Rosa de Lima.

En diciembre de 1986 recibió un permiso especial para trasladarse a la diócesis de Nueve de Julio por el lapso de tres años y ejercer allí su ministerio. Fue administrador parroquial de San José de Obrero en Tres Algarrobos, partido de Carlos Tejedor y de la parroquia San Juan Crisóstomo de esa localidad. En 1990 se le prorrogó la autorización para continuar en esa diócesis.

En 1994 regresa a la arquidiócesis platense y es designado administrador parroquial de Nuestra Señora de la Victoria; el 8 de marzo de 1997 se le confió la capellanía de las religiosas franciscanas de la Misericordia en el colegio Madre de la Divina Gracia en Melchor Romero.

Entre 1999 y 2009, desempeñó diversas tareas pastorales, entre las que fue vicario parroquial de la Inmaculada Concepción de Melchor Romero y en la parroquia San Pablo; fue asesor de la comisión de la Asociación de Peregrinos a Pie a Luján durante el trienio y también estuvo como capellán de las Hermanas Vocacionistas.

Además acompañaba en las misas de la parroquia San Benjamín y en el Cenáculo de María y los domingos daba confesión en la Catedral.

FOTO: GENTILEZA DE CATEDRAL MEDIA

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