Los Tres Puntitos del Arzobispo para el domingo 3 de diciembre
Domingo 1º de Adviento Ciclo B. 3 de diciembre de 2023
Primera lectura: Is 63,16b-17.19b; 64,2-7
Salmo: Sal 79,2ac.3b.15-16.18-19
Segunda lectura: 1Co 1,3-9
Evangelio: Mc 13,33-37
Este Domingo comenzamos un nuevo año litúrgico con el hermoso tiempo del Adviento. Esta palabra significa literalmente llegada, venida. Es un tiempo de cuatro semanas en donde nos preparamos para la venida del Mesías y Salvador. Celebramos esta llegada del Señor en dos dimensiones: la primera parte del Adviento reflexionando sobre la segunda venida del Mesías al final de los tiempos, la que todavía no se dio; la segunda parte del Adviento, contemplamos la venida del Señor histórica, la que ya aconteció en Belén y vamos a celebrar el 25 de diciembre, en la Navidad. La primera parte se concentra desde hoy hasta el sábado 16 de diciembre; la segunda parte se sitúa desde el Domingo 17 hasta el Domingo 24 de diciembre hasta el mediodía.
A la luz de la Palabra de este Domingo propongo tres puntos de meditación sintetizados en tres palabras: PREVENIDOS, TAREA, REDENTOR.
1. “Estén PREVENIDOS”
2. “A cada uno su TAREA”
3. Dios es fiel y REDENTOR
1. “Estén PREVENIDOS”
En el Evangelio se repite tres veces esta frase. Algo de esto compartimos en el Evangelio de las diez jóvenes unas semanas atrás. Estar PREVENIDOS, preparados, despiertos, atentos, en actitud de vigilancia, de espera, permanecer en vela, concentrados… ¿Para qué? Para reconocer la presencia del Señor que constantemente está viniendo a nuestra vida. Es una verdadera actitud espiritual. No se trata de un miedo obsesivo y paralizante. Se concreta estando concentrados y atentos ante el Señor que viene de diversas formas a nuestra vida. Por eso, intensificar y optimizar nuestra dieta de oración será el primer elemento importante para nuestra espiritualidad de Adviento. Así estaremos PREVENIDOS ante el Señor que viene constantemente a nuestra vida y podremos reconocerlo.
¿Cómo busco estar PREVENIDO, preparado y despierto? ¿Cómo puedo escuchar mejor al Señor que hoy viene a mi vida en este Adviento de 2023? ¿Cómo está mi vida de oración: personal, familiar, comunitaria…? ¿Cómo puedo intensificar mi oración “cualitativa y cuantitativamente” en este fecundo tiempo? ¿Cómo puedo ayudar a los demás para que también estén PREVENIDOS?
2. “A cada uno su TAREA”
También, en el Evangelio se describe cómo el hombre que se va de viaje asigna a cada servidor su TAREA. Esta frase nos invita a mirar y preguntarnos cómo estamos realizando nuestra TAREA cotidiana, lo que Dios nos ha encomendado. El Señor nos regaló una vocación, una vida, determinados talentos como veíamos hace dos semanas… El desafío de cada discípulo misionero es responder a esos dones cumpliendo esa TAREA en el lugar que a cada uno nos toca en este momento de nuestras vidas. El Señor “le asigna a cada uno su TAREA” y espera de nosotros una respuesta consciente y comprometida.
¿Cómo estoy respondiendo a la TAREA que el Señor hoy me encomienda? ¿Cuál es “esa TAREA” en este momento de mi existencia? ¿Cómo me estoy tomando la vida? ¿Con seriedad, con profundidad, proyectando a la luz del Evangelio…? ¿Estoy atento a lo que ocurre en mi entorno, en mi contexto más inmediato? ¿Qué TAREAS no he realizado en el pasado de mi historia y hoy descubro que no estuvo bien?
3. Dios es fiel y REDENTOR
Al comienzo de la primera lectura y al final de la segunda se dan dos hermosos nombres, títulos, calificativos de Dios. Nos describen quién es nuestro Dios. El primero es REDENTOR. Viene del verbo redimir, del latín redimere, del prefijo re-, “de nuevo”, y emere, “comprar”. Es decir “comprar de nuevo”, rescatar, librar… Ese es nuestro Dios: el que nos rescata de la muerte y del pecado, el que paga un alto precio para que abramos el corazón a la verdad y la vida; el que nos REDIME para que seamos realmente felices. El segundo calificativo de Dios tiene que ver con la fidelidad: Dios es fiel. Qué hermoso nombre… En un mundo tan difícil y complejo, descubrir que Dios siempre es fiel, es incondicional en su amor, es realmente una bendición. Ante tanta falsedad, doblez y fragilidad de la vida humanas somos invitados a apoyarnos siempre en el Dios fiel.
¿Qué implica para mí hoy descubrir que Dios es fiel? ¿En qué situaciones descubro su fidelidad y su amor incondicional? ¿Percibo que a pesar de mis infidelidades, más o menos graves, el siempre permanece fiel? ¿De qué situaciones el Señor me ha rescatado? ¿Descubro cada día al Señor como mi REDENTOR en medio de mis faltas y pecados?
+Mons. Gabriel Mestre
Arzobispo de La Plata
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