100 años del colegio secundario Inmaculada
Este viernes, el Arzobispo visitó la comunidad de Total Dedicación y presidió la Eucaristía en el salón del colegio Inmaculada, donde se hizo memoria de los 100 años de esa institución y se agradeció a Dios por todos los bienes derramados.
EL Arzobispo invitó a buscar todos los caminos posibles para que el colegio sea cada vez más un lugar donde se produzca en los jóvenes la experiencia del encuentro con Cristo, con su amor, con su presencia constante. Pero, al mismo tiempo, propuso que sea siempre un lugar de aprendizaje del amor, de la fraternidad, del servicio.Si estos grandes objetivos no se cumplen, remarcó, «el colegio se vuelve irrelevante». «Por eso, no es un drama si un egresado no recuerda cuando nació San Martin, pero sí lo es que no haya aprendido a vivir la comunión y el servicio o que no haya vivido la experiencia de ser amado por el Señor», continuó. Al final de la misa se recordaron nombres de varias personas que en estos 100 años han enriquecido la vida del colegio, incluidos Mons. Pearson y Loreley Grunwaldt.
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