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Presentan libro de homenaje a Mons. Aguer por sus Bodas de Plata Episcopales.

 

 

 

Al concluir el retiro anual del clero platense, que tuvo lugar en la Casa de Ejercicios Espirituales «Ceferino Namuncurá», de Olmos, fue presentado el libro De pastores y de ovejas; de homenaje al Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, por sus Bodas de Plata Episcopales. Son editores de la obra el Obispo auxiliar de La Plata, Mons. Alberto Bochatey, OSA; y los padres Pablo Pastrone y Fernando Sagaspe. Y fue publicada por la Universidad Católica de La Plata (UCALP), y Editorial Guadalupe.

Se trata de una selección de reflexiones de Mons. Aguer sobre el sagrado ministerio y la formación sacerdotal. Está dividida, temática y cronológicamente, bajo los siguientes títulos: formación espiritual, formación pastoral, el misterio de la vocación y, como epílogo, el testimonio de algunos obispos, titulado Padre y hermano de obispos.

Según explicó Mons. Bochatey, «la obra nos aproxima al reconocido saber teológico de nuestro Arzobispo, y a la rica tradición eclesial, de la que él cuidadosamente se vale, referida, en este caso, particularmente al Sacerdocio. Auguramos la utilidad que el libro pueda prestar a todo el Pueblo de Dios en sus diversos órdenes, incluyendo teólogos e investigadores».

Por su parte, el padre Pastrone expresó su «satisfacción por la labor realizada. Y por la prolija y sistemática referencia de Mons. Aguer a la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradición y los Padres de la Iglesia». Igualmente, el padre Sagaspe destacó «el empeño y la dedicación de Mons. Aguer en la formación inicial y permanente de los sacerdotes… Esperamos ahora, desde la UCALP, publicar sus obras completas…»

Reconocimiento de la Iglesia platense a su pastor

En la contratapa de la obra se destaca que «Mons. Héctor Rubén Aguer celebra 25 años de ordenación episcopal (4 de abril de 1992 – 2017). La Iglesia local de La Plata, y la Iglesia toda vive estas Bodas de Plata como un hecho teológico y eclesial: un hijo suyo, sacerdote, obispo teólogo, educador y pastor testimonia su vida renovando fidelidad, trabajo, oración, enseñanza y gobierno.

«El título del libro De pastores y de ovejas, está tomado de una homilía que pronunciara Mons. Aguer el IV Domingo de Pascua de 2012, un año antes del llamado a la Sede de Pedro del Card. Jorge Mario Bergoglio. Hemos querido presentar reflexiones que abarcaran las distintas dimensiones de la formación espiritual, formación intelectual, formación litúrgica, formación pastoral y el propio misterio de la vocación sacerdotal. Esta selección surge de cómo el autor concibe la teología del Sacerdocio marcada por la Escritura, los Padres de la Iglesia y la Tradición, que hacen la verdadera historia. La liturgia ha sido y es aun hoy una actividad central en la vida y el trabajo teológico y pastoral de nuestro Arzobispo. Sagrada Escritura, Padres de la Iglesia y Liturgia son, como en la teología del Papa Benedicto XVI, el humus vital de la reflexión teológica agueriana».

Testimonios de obispos

El libro recoge los testimonios de dos obispos que conocen muy bien a Mons. Aguer: Mons. Antonio Marino, actual Obispo de Mar del Plata, y Mons. Nicolás Baisi, Obispo auxiliar de La Plata. Son palabras surgidas de la oración, el apostolado y la misión compartidos, de muchos años; bañadas, ciertamente, de afecto y cercanía.

Mons. Marino, quien fuera su Obispo auxiliar durante ocho años, subraya que «trabajé en estrecha colaboración con él hasta que en 2011 asumí la sede de Mar del Plata como obispo diocesano. Pude observar de cerca su laboriosidad y entrega generosa a la diócesis y sus problemas. Construyó hermosas capillas y creó parroquias en los barrios más carenciados y marginales. De manera constante recorrió la diócesis en visitas pastorales de una semana. Estableció un vínculo intenso y profundo con el mundo de la cultura y la política, los sindicatos y los empresarios. Lo he visto ejercer auténtica caridad, o me enteraba de gestos hacia los más pobres que acudían a él o le escribían. Convocó al diálogo a profesionales, académicos, legisladores y gobernantes. Grandes artistas y músicos volvieron a sentir la Iglesia como su propia casa y fuente de inspiración».

En otro párrafo destaca, también, que «su palabra escrita, radial, televisiva o personal, por momentos dura o filosa, no ha pasado inadvertida. Con él podemos concordar o disentir. Pero difícilmente le atribuiremos ambigüedades, predominio de la táctica sobre la convicción o falta de autenticidad. Fue y sigue siendo una voz libre. En tiempos de fractura cultural, signados por el relativismo de la verdad, el subjetivismo moral y un secularismo que ignora o excluye a Dios de la vida social, si solamente hiciéramos prevalecer el testimonio de la cercanía y la cordialidad, con olvido del testimonio de la verdad y sus exigencias, ¿seríamos fieles al Evangelio?. Asumió esto último como una vocación».

Por su parte, Mons. Baisi, destacó en Mons. Aguer «una espiritualidad patrística, basada en los grandes maestros espirituales como San Agustín, Santo Tomás de Aquino, San Francisco de Sales, a los que se agregan los maestros de la escuela francesa, como el Cardenal Bérulle…; la Caridad Pastoral como modus vivendi de la santificación, en el ejercicio diario del ministerio, con sus exigencias y obligaciones; la pobreza y austeridad en la propia vida y en la disponibilidad de los bienes y el tiempo para el ejercicio del ministerio; y la identificación personal y afectiva con la Iglesia particular».

Ponderó, igualmente, su cuidado de «la liturgia, con toda su riqueza y esplendor, rescatando los tesoros que ha producido a lo largo de su historia, como ámbito de la vida y la trasmisión de la fe, como lugar por excelencia del encuentro y la adoración de Dios; su humilde fidelidad al Magisterio de la Iglesia, sin dejarse llevar por doctrinas llamativas y extrañas; su orden, disciplina de trabajo, silenti opere, trabajo silencioso de cada día que finalmente se expresa en palabras de evangelización». Y, finalmente, «silencio, studiositas, método, profundidad de la vida espiirtual, seriedad en las cosas, formación continua, responsabilidad como pastor, búsqueda y compromiso con la verdad, capacidad y valentía, belleza, estilo y, a veces, una delicada ironía para proclamarla».

El libro puede adquirirse en la UCALP, Editorial Guadalupe, y en las principales librerías. También, en el Arzobispado de La Plata, calle 14 Nº 1009.

 

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