Mons. Mestre presidió la solemne Vigilia Pascual en la Catedral: “Dejarnos iluminar por la luz que es Cristo»
El Arzobispo Gabriel Mestre encabezó este sábado 30 de marzo la solemne Vigilia Pascual en la Iglesia Catedral, de la que muchos fieles de diversas comunidades.
A la luz de las lecturas, compartió tres breves pensamientos sintetizados en tres palabras: Luz, Agua, Vida.
Luz: “Dejarnos iluminar por la luz que es Cristo ¿Cuáles son hoy esas oscuridades y esas tinieblas que Cristo, con su Pascua y su poder, él quiere iluminar?. Poder presentarle, ‘Señor, esta es mi oscuridad, esta son mis tinieblas. Necesito, quiero, elijo que vos seas realmente luz en mi vida”, señaló.
Agua: “Que podamos hoy dejarnos purificar por el agua nueva que justamente recuerda y renueva nuestra experiencia bautismal. La Pascua de Cristo entra en nuestro corazón y en nuestra vida a través del santo sacramento del Bautismo. Cada vez que celebramos la ascua y cada vez que recibimos la aspersión con el agua bendita, estamos renovando la fuerza de ese Bautismo que nos purificó y que místicamente nos purifica a lo largo de la vida”, manifestó.
Vida: “La luz y el agua están al servicio de la vida. La vida que Cristo es, la vida que Cristo nos da, la vida que hoy en clave pascual, más allá de las dificultades, cruces, dolores y problemas de nuestra vida, desde la fe, en clave comunitaria y sacramental, podemos experimentar. Jesucristo irrumpe, siendo para nosotros la resurrección y la vida”, subrayó.
Finalmente, expresó: “Que la luz que nos ilumina y el agua que nos purifica, puedan actuar realmente en nuestro corazón porque lo dejamos entrar a Jesucristo para que Él, hoy y siempre, sea para cada uno de nosotros, para nuestras familias, para nuestra Iglesia y nuestra patria, realmente la resurrección y la vida”.
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