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Mons. Carrara visitó a los abuelos, abuelas y enfermos que viven en el Hogar Marín

En el marco de las visitas pastorales por todo el territorio arquidiocesano, el Arzobispo Gustavo Carrara visitó este sábado 5 de abril el Hogar Marín de la ciudad de La Plata, donde residen ancianos, ancianas y enfermos al cuidado de las hermanas de la congregación Marta y María.

Invitado por la Madre Superiora y provincial de esa congregación guatemalteca, Hna. Jeannette, saludó y bendijo a las personas y luego presidió la Eucaristía en la capilla, acompañado por los sacerdotes Carlos Herlein y Rogelio del Piero como concelebrantes.

Mons. Carrara valoró el servicio que las hermanas prestan en ese lugar siendo fieles a su carisma y también resaltó la hermosa capilla.

Mons. Gustavo invitó a mirar el significado y valor que representa la misericordia de Jesús: “Estamos caminando el tiempo de la Cuaresma y estamos preparando el corazón para celebrar la semana más importante de nuestra fe que es la Semana Santa. Allí descubriremos que Jesús nos amó y nos salvó y que nuestra esperanza está en la misericordia de Jesús”.

Centrándose en el evangelio de Juan, que relata a Jesús y la mujer sorprendida en adulterio, el Padre Obispo manifestó: “La pregunta de Jesús o la afirmación de Jesús, mejor dicho, ‘el que no tenga pecado que arroje la primera piedra’, nos mete a todos en la misma comunidad. En la comunidad de los necesitados de la misericordia de Dios, en la comunidad de los necesitados de su perdón”.

“Es la misericordia la que fue corriendo las piedras para que no caigamos en cosas malas o terribles. La misericordia no solo nos perdona, sino que hay una misericordia preventiva que nos ayuda a no desbarrancar en la vida”, afirmó.

“Por eso -dijo- el evangelio de hoy es un evangelio para pedir y agradecer”, y llamó a “nunca creernos más justos o justas que nadie, nunca andar por la vida señalando con el dedo ‘yo soy bueno, ella es mala o yo soy santo y él no lo es, porque allí puede picarnos el bichito de la soberbia”.

Sobre el final de sus palabras, el Arzobispo Gustavo expresó que “hoy nos reconocemos ante Jesús necesitados de su perdón y su misericordia, somos agradecidos de su misericordia y nunca es demasiada la confianza que podamos tener en la misericordia del Salvador”.

Durante la celebración, fueron bendecidas y recibidas dos nuevas abuelas que formarán parte de la gran familia del hogar.

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