Mons. Carrara: ‘La Eucaristía es ese milagro de amor que acorta las distancias, Jesús está presente»

Este sábado 21 de junio, toda la comunidad arquidiocesana participó de la fiesta del Corpus Christi, que inició con una breve adoración al Santísimo y posterior peregrinación hacia la Catedral para celebrar a Jesús Eucaristía y el Jubileo de las Parroquias.
Con la presencia del Intendente de la ciudad, Julio Alak, religiosas, colegios de nuestra Arquidiócesis, grupos de scouts, movimientos y cientos de fieles de diversas parroquias, Mons. Gustavo Carrara presidió la Eucaristía acompañado por los obispos auxiliares, Mons. Jorge González y Mons. Federico Wechsung; el párroco del templo, Pbro. Hernán Remundini, y todo el clero como concelebrantes. Participaron también seminaristas y diáconos permanentes.
Nuestro pastor recordó que “hoy unimos a la celebración de la solemnidad de Corpus Christi, la celebración del Jubileo de las Parroquias de la Arquidiócesis de La Plata. Y lo hacemos bajo la consigna: ‘Peregrinos de la esperanza, en Cristo somos uno’”. “Peregrinos de la esperanza es el lema del jubileo que convocó el Papa Francisco y que estamos celebrando, y en Cristo somos uno, hace referencia al lema episcopal del Papa León XIV”, dijo.
Mons. Gustavo expresó además: “Hoy Jesús Eucaristía salió a nuestro encuentro, al encuentro de nuestra ciudad, se expuso a nuestra mirada, y con fe lo adoramos. Y como pueblo de Dios hicimos la procesión de Corpus Christi, fuimos detrás del Cuerpo eucarístico de Jesús Resucitado. Así confesamos mientras caminamos que: ¡Vive Cristo, nuestra esperanza!. El Señor se queda realmente presente bajo la humilde apariencia del pan”.

Mons. Gustavo recordó que “desde aquella última cena, la Eucaristía es ese milagro de amor que acorta las distancias, y que hace a Jesús realmente presente, para que nos alimentemos de Él, y para que lo adoremos”.
Manifestó además que “en muchos lugares de nuestra Arquidiócesis hay adoración eucarística. Es realmente una bendición, una gracia, pero es importante alejar algunas tentaciones que pueden aparecer. No adoramos para ‘cumplir’ y quedar bien con nuestra conciencia, o para gozar de una armonía interior meramente estética, sino que lo hacemos para buscar y hallar la voluntad de Dios. Adoramos a Jesús en la Eucaristía para sintonizar con sus sentimientos, con sus opciones, y recibir su invitación a estar al servicio de su misión. La adoración eucarística tiene así una dimensión apostólica, una dimensión misionera”.
“Como parroquias, como Iglesia entre las casas de los vecinos, como comunidad de comunidades, hoy en la procesión de Corpus Christi confesamos que en Cristo somos uno. Y así el amor de Cristo se hizo presente en las calles de la ciudad. De algún modo se representó una parábola de lo que como cristianos deberíamos procurar que ocurra en la vida cotidiana, en los lugares donde transcurre nuestra vida”, enfatizó.
Y finalizó: “Una celebración como la de hoy amerita pedir al Señor gracias especiales, les pido que me acompañen rezando por las vocaciones”:
Oración por las vocaciones:
Jesús
Que sientes compasión al ver la multitud como ovejas sin pastor
Suscita en nuestra Iglesia de la Arquidiócesis de La Plata
una nueva primavera de vocaciones.
Te pedimos que nos envíes
Sacerdotes según tu corazón
que nos alimenten con el Pan de tu Palabra y en la mesa de tu Cuerpo y de tu Sangre;
Consagradas y Consagrados que por su santidad sean testigos de tu Reino;
Laicas y Laicos que en medio del mundo
den testimonio de ti con su vida y con su palabra.
Buen Pastor,
fortalece a los que elegiste
y ayúdalos a crecer en amor y santidad para que respondan plenamente a tu llamado.
María Madre de las vocaciones
ruega por nosotros. Amén.





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