Mons. Bochatey a la comunidad educativa del colegio Inmaculada: “Sigan educando en el Espíritu, en el amor a Dios y al prójimo”
El Administrador Apostólico de nuestra Arquidiócesis de La Plata, Mons. Alberto Bochatey OSA, celebró la Misa el viernes 27 de septiembre para conmemorar los 125 años del Colegio Inmaculada, el 50° aniversario del Jardín y los 75 años de Total Dedicación.
Concelebró la Eucaristía Mons. Rodolfo O’Neill, testimonio de vida y servicio a nuestra Iglesia particular durante tantos años.
Ante la presencia de las autoridades educativas, docentes y alumnos de todos los niveles, familiares, religiosas y personal del colegio, Mons. Bochatey felicitó a la comunidad por cada uno de los aniversarios e invitó a reflexionar, a la luz de las lecturas, sobre la importancia de Jesús en la vida de cada cristiano. “Jesús, hijo de Dios, mi camino, mi verdad, mi vida”, expresó a la inicio de la homilía.
“Estas instituciones que cumplen tantos años en el campo de la educación, una de las riquezas más grandes que tenemos como sociedad, como país, son fundamentales. Estamos construyendo personas, hijos de Dios, estamos construyendo ricos y millonarios en el espíritu”, manifestó.
También hizo una especial mención a los padres y familias que confían la educación de sus hijos a los colegios, ya que “están haciendo la mejor inversión de todas, la que va a la interioridad, al espíritu, a la inteligencia”.
Recordó que durante muchos siglos se discutía fe o razón y “siempre la respuesta de la Iglesia ha sido fe y razón”, aseguró. “No podemos dejar de perder todos nuestros pensamientos y todas las capacidades intelectuales que tenemos, que hay que formarlas muy bien, en libertad y en la buena educación, pero tampoco podemos olvidar la espiritualidad. El hecho de ser razonables, de pensar, no nos puede llevar a olvidar que somos hijos de Dios, somos bautizados, que es el ADN de nuestro pueblo”, enfatizó.
Y destacó: “Quiero animarlos, felicitarlos y decirles que no se distraigan de los terremotos de este mundo, de aquello que realmente es importante, que es nuestro bautismo, el ser hijos de Dios, de querer crecer. Como docentes, qué lindo es encontrar a un exalumno por la calle y el hecho de haber podido participar en un proceso educacional”.
Finalmente, les recordó a todos los estudiantes el sentido de “llevar todo lo que se fue sembrando, todo aquello que les dieron para que ustedes tengan elementos para construir su personalidad, su espiritualidad y su verdadera vida”.
“Sigamos celebrando la vida, la educación, el amor a Dios y el amor al prójimo”, concluyó.
Luego, la directora de la institución, Sandra Peralta, brindó unas sentidas palabras y agradeció a cada integrante de la comunidad, recordó los años dedicados a la educación, sembrando semillas de bien en cada alumno y también mencionó a Juan Ignacio Pearson y Loreley Otilia Grünwaldt, fundadores de la comunidad Total Dedicación, sus enseñanzas y legado.
Alumnos del jardín y el colegio primario pusieron diversos objetos al pie del altar.
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