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Mons. Aguer reiteró su invitación a concurrir, multitudinariamente, a la «Marcha por la Vida».

 

 

 

El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, reiteró su invitación a los sacerdotes, a las parroquias, y a los grupos y movimientos eclesiales, a que concurran multitudinariamente a la Marcha por la Vida, que se realizará el próximo miércoles 27, a las 18, desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso, en la Capital Federal. Lo hizo este sábado 23, memoria de San Pío de Pietrelcina, en el programa Claves para un Mundo Mejor, que se emite por canal 9, de Buenos Aires; en su habitual columna de cada semana.

El prelado destacó que en La Plata «se la está preparando bien desde las parroquias; y aun desde las parroquias de los barrios más sencillos se están organizando con mucho entusiasmo… Esta Marcha y este movimiento están dirigidos, especialmente, a la defensa de la vida desde el momento de la concepción, a la defensa del niño por nacer, que es algo que hoy día se olvida bastante. Se habla de la vida, pero los verdaderamente olvidados, los desaparecidos también son los niños abortados. Además, se intenta periódicamente legalizar todo esto… No se trata de una convicción religiosa sino que es una convicción científica”.

Subrayó que “es la ciencia la que avala este dato que, nosotros, podemos sostener desde la fe. No cabe esa especie de teoría pseudoplatónica de que las almas pueden caer en cuerpos equivocados. El alma es infundida por Dios, creada por Dios, en el momento de la concepción de tal manera que ese microscópico embrión es una persona varón o una persona mujer”.

     Además remarcó que “es importante que vayan los porteños que son los que están más cerca, aquellos a los que casi connaturalmente les corresponde ir. Espero que vayan muchos, porque la diferencia entre una marcha y un papelón es muy fina, muy delicada, por eso digo que puede convertirse en un papelón si son pocos los que van. Tiene que ser una verdadera multitud y por eso yo les pido a ustedes, queridos amigos, sobre todo a los que me están viendo en Buenos Aires y sus zonas cercanas, que no olviden esta cita del miércoles 27, a las seis de la tarde, en Plaza de Mayo”.

     Afirmó, asimismo, que “nosotros defendemos la vida y luchamos, especialmente, para que se reconozca la cualidad plenamente humana del embrión, del feto, del niño por nacer. ¿Por qué hacemos eso? Lo hacemos porque hay evidencias científicas indiscutibles y, además, porque Nuestro Señor Jesucristo fue un niño por nacer, formado virginalmente por la acción del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María. Fue un feto parido virginalmente por la Virgen María”.

Agregó que «nosotros queremos defender la vida desde el instante de la concepción y queremos decir No al crimen del aborto. Esto supone también que el Estado en lugar de legalizar el aborto, en lugar de despenalizarlo totalmente, lo que debe hacer es ayudar para que los niños nazcan y puedan ser criados y educados como deben serlo. Todo el mundo sabe que muchas veces el aborto es el recurso que sigue a un embarazo no deseado, y esto tiene mucho que ver con lo que pasa hoy día, con ese pansexualismo general, con esa falta de criterio por la cual desde muy chicos, ya desde la primera adolescencia, empiezan con las relaciones sexuales. No están preparados para eso, no están preparados para ser padres y madres… No basta el “cuidarse”, el “cuidarlos” repartiendo preservativos y anticonceptivos. Es preciso ayudar a que se formen integralmente, y reconozcan que el acto sexual tiene un doble significado, unitivo y procreativo”.

 

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