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Mensaje de Mons. Aguer por la 114º peregrinación platense a Luján

El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, dirigió un mensaje a los fieles de la arquidiócesis para preparar la 114º peregrinación platense a Luján, que tendrá lugar el próximo sábado 18 de mayo, día del 93º aniversario del nacimiento del Beato Juan Pablo II. Sostuvo, en el mismo, que se le pedirá a la Virgen por el Año de la Fe; por el Papa Francisco y el renovado impulso misionero, y por las víctimas y las consecuencias de la reciente y trágica inundación.
Este es el texto completo del mensaje:

En el regazo de la Madre del Señor

Mensaje a los fieles de la arquidiócesis para preparar la peregrinación a Luján

La peregrinación a Luján es un momento fuerte del calendario arquidiocesano, que al repetirse cada año actualiza la historia de nuestra fe. En este gesto de piedad mariana nos reconocemos miembros de la Iglesia y herederos de una tradición que deseamos hacer presente en nuestros días y transmitir a las nuevas generaciones. Podemos exhibir con satisfacción que la de este año es la peregrinación platense número 114. ¿Qué contenidos especiales le asignaremos? ¿Cuáles pueden ser las intenciones a compartir, las que pondremos a los pies de Nuestra Señora?

En primer lugar, recordemos que estamos viviendo el Año de la fe, una oportunidad providencial para renovar nuestra profesión de fe como acto personal y comunitario. Al creer no lo hacemos aisladamente, sino que adherimos a la fe de la Iglesia, en cuyo seno y por la gracia del bautismo hemos recibido el don de la fe. Pidámosle en Luján a la Virgen María que nos ayude a crecer en la fe; que a ejemplo suyo recibamos siempre la palabra de Dios con actitud de obediencia y respondamos a ella con gozosa entrega. Que sigamos a Jesús como ella lo hizo, aun en las horas difíciles, cuando se trata de ir con él hasta la cruz. Pidamos como fruto de la peregrinación la alegría de la fe, y que esta alegría, a través de la acción evangelizadora de la Iglesia, se extienda a todo el pueblo argentino.

La elección del Papa Francisco ha suscitado una gran esperanza en todo el mundo, y entre nosotros una explosión de entusiasmo. Nos sentimos conmovidos por este suceso providencial, que nos honra y a la vez nos interpela como católicos y argentinos. Muchos compatriotas, al ver a un hijo de esta tierra nuestra llamado al servicio de Pastor universal como sucesor de Pedro, reavivan su conciencia de pertenecer a la Iglesia y se acercan nuevamente a ella. Esta realidad auspiciosa implica para todos, pastores y fieles, una seria responsabilidad y el consiguiente compromiso: abrir las puertas de nuestros corazones y de nuestras comunidades para la acogida cordial y empeñarnos en una salida misionera más decidida y confiada en la gracia de Dios, que quiere manifestarse en este momento singular.

Llevamos también a Luján el dolor y la angustia de una ciudad que ha sufrido la calamidad de la reciente inundación, con pérdida de muchas vidas y daños incontables. En situaciones como la que se ha vivido en La Plata y sus alrededores suele aparecer lo mejor y lo peor de la condición humana; se pone en evidencia la desidia, la mezquindad, el incumplimiento de deberes insoslayables, pero también la generosidad, la grandeza de ánimo, el espíritu de solidaridad de nuestro pueblo y el heroísmo silencioso de muchos. Con nuestra oración ante la Virgen santísima imploremos la misericordia de Dios para los difuntos, consuelo y serenidad para sus familias y el amparo de la Providencia sobre todos nosotros; que especialmente proteja y anime a aquellos que más han sufrido, que incluso perdieron cuanto poseían.

El amparo de la Providencia lo experimentamos de un modo cercano y cálido cuando acudimos a la Madre del Señor y permanecemos en su regazo.

+ Héctor Aguer

Arzobispo de La Plata

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