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Los Tres Puntitos del Arzobispo del domingo 5 de noviembre

Domingo 31º Durante el Año Ciclo A. 5 de noviembre de 2023

Primera lectura: Mal 1,14b-2,2b.8-10

Salmo: Sal 130,1-3

Segunda lectura: 1Tes 1,5b; 2,7b-9.13

Evangelio: Mt 23,1-12

         En el Evangelio de este Domingo el Señor hace una contundente caracterización de los escribas y fariseos señalando algunas de sus actitudes más negativas. Podríamos correr el riesgo de pensar que estas palabras no nos tocan a nosotros. Sin embargo, si miramos con profundidad y nos dejamos interpelar, seguro que encontraremos algunos elementos para examinar nuestra vida ante Dios. Propongo tres puntos para meditar sintetizados en tres palabras: APARIENCIAS, TÍTULOS, SERVICIO.

1.     Vivir de las APARIENCIAS

2.     ¿Qué TÍTULOS se pueden usar?

3.     El SERVICIO como signo distintivo de la verdadera grandeza

1.     Vivir de las APARIENCIAS

La actitud negativa de los escribas y fariseos que Jesús denuncia en este texto se puede sintetizar como vivir de APARIENCIAS. Esa es la raíz de todo lo que se comenta puntualmente en el relato. Este vivir solo de lo que se muestra, del exterior, esto de caretear los hace profundamente incoherentes. Lo dice claramente el Señor: “no hacen lo que dicen” y “todo lo hacen para que los vean”. Solo les interesa vivir de la imagen, están concentrados solo en el propio status, hacen ostentación exterior sin estar conectados con el interior de la realidad. Nuestra sociedad contemporánea tiene mucho de estas actitudes que desnuda Jesús en su Palabra. Y muchas de estas actitudes se nos pueden pegar también a nosotros.

¿En qué medida vivo condicionado por las APARIENCIAS? ¿Pierdo libertad de acción por esto…? ¿Soy coherente? ¿Me veo tentado de “caretear” algún aspecto de mi vida? ¿En qué circunstancias…? ¿Hago lo que digo… cumplo lo que prometo… realizo lo que predico…? ¿Vivo solo de la imagen exterior? ¿Me obsesiono por “quedar bien” y defender mi “status” desconectado de las intenciones de mi corazón? “Las fotos de mi vida”: ¿Expresan la realidad de esa misma vida o son solo una APARIENCIA?

2.     ¿Qué TÍTULOS se pueden usar?

Podemos quedar un poco perplejos con esto que nos pide Jesús de no usar los TÍTULOS de maestro, padre y doctor. Son palabras que utilizamos con cierta asiduidad…  ¿Qué hacemos entonces…? Debemos dejar en claro que el Señor no se opone al uso material y formal de estos TÍTULOS para dirigirnos a determinadas personas. Los podemos usar con libertad. Pero evitando motivar la ostentación de apariencias que veíamos en el punto anterior y, por sobre todas las cosas, lo central es entender que todo TÍTULO se debe orientar al único Maestro, Padre y Doctor con mayúscula que es el mismo Dios. Manejarse solo con las apariencias hace que se pierda lo esencial que es la comunión con Dios el único Maestro, Padre y Doctor. Debemos darle TÍTULO con mayúscula al único que los puede reclamar en sentido absoluto: nuestro Dios. Desde nuestra comunión con Dios siempre podremos superar la tentación de vivir de apariencias.

¿Vivo preocupado por “mis TÍTULOS”? ¿Sobrevaloro a algunas personas por su poder, influencia o “TÍTULOS”? ¿Descubro que Dios tiene “todos los TÍTULOS” que valen la pena? ¿Descubro a Dios como Maestro, Padre y Doctor? ¿Me dejo enseñar, cuidar y aconsejar por Dios que se revela en mi vida?

3.     El SERVICIO como signo distintivo de la verdadera grandeza

El que quiera ser grande que sea servidor, nos recuerda hoy Jesús en su Palabra. Aquí está el signo distintivo del discípulo misionero del Señor. Puede existir el deseo de ser grande. Ese deseo no nos debe asustar: lo debemos aceptar y asumir. Pero lo tenemos que orientar hacia el SERVICIO. Ahí está la verdadera grandeza. Para ser servidor, como nos dice este Evangelio, hacen falta dos virtudes: la capacidad de abajarse y crecer en humildad. El seguidor del Señor se caracteriza por el SERVICIO que es exactamente lo contrario de vivir de apariencias. Debemos poner manos a la obra y abajarnos ante el hermano en la vida cotidiana con una actitud de mucha humildad. Este es el auténtico SERVIDOR del Evangelio a imagen de Jesús Nuestro Salvador.

¿Tengo deseos de “ser grande”…? ¿Descubro que la grandeza está en el SERVICIO? ¿Busco ser SERVIDOR? ¿Cómo puedo ser hoy puntualmente SERVIDOR en mi ambiente? ¿Qué gestos concretos de SERVICIO Dios me puede estar pidiendo hoy? ¿Intento ser humilde? ¿Soy capaz de “abajarme” por humildad en el contacto con mis hermanos?

+Mons. Gabriel Mestre
Arzobispo de La Plata

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