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“Lo que más vale es el tiempo que damos gratuitamente a otro que lo necesita y eso nunca es tiempo perdido”

Este viernes 19 de noviembre, en el marco del 139° aniversario de la ciudad de La Plata, el Arzobispo Víctor Fernández presidió el tradicional Te Deum en la Iglesia Catedral, al que asistió el Intendente Julio Garro junto con autoridades del gobierno local y provincial, así como también representantes de la Mesa de Diálogo Interreligioso, entre otras.Invitando a la asamblea a observar lo que representa la dimensión del tiempo, Mons. Fernández expresó que “hoy ocurre lo que se llama sobreaceleración o rapidación, en donde todo se tiene que hacer aceleradamente, rápido”.Pero, indicó, hay cosas que no se pueden hacer así, como por ejemplo “llegar a un acuerdo, educar, cuidar a otros, prestar atención a tu hijo que te habla, reflexionar sobre la marcha de la propia vida, contemplar la naturaleza”, y recordó que la Biblia dice que todo tiene un tiempo bajo el sol. Por eso “estas cosas necesitan tiempo y lentitud, sacar el pie del acelerador. Si no, la calidad de los vínculos humanos se vuelve pésima”.Aseguró que si bien la medicina contribuyó a la prolongación de los años de vida, y la tecnología permitió ahorrar mucho tiempo, sin embargo, siempre “nos falta tiempo”. En ese sentido, además, añadió que “aun el tiempo libre se convierte en una obligación de hacer cosas. Hacemos una lista de lo que tenemos que hacer y en lugar de descansar y despejarnos terminamos cansados de cumplir la lista”.“Y aunque se habla de vivir el momento presente, siempre se está haciendo algo pensando en lo que viene después, y cuando uno termina de vivir una experiencia ya no le basta, necesita correr hacia otra cosa”, dijo el arzobispo, quien alertó que todo esto muestra que “nuestra obsesión por el tiempo no nos hace bien, no nos madura, no nos salva”.En definitiva, señaló, “hay un camino de salida, recordar que lo que más vale es el tiempo que damos gratuitamente, dar tiempo a otro que te necesita nunca es tiempo perdido y se queda dentro de uno como algo grande, noble, bello. La sonrisa de un hijo feliz, el rostro sereno de un amigo que recuperó la paz, son el mejor premio”.Además, remarcó que “cuando a alguien le ha tocado una autoridad, una función pública, tiene la enorme posibilidad de usar su tiempo para construir muchos de esos momentos, y así darle un sentido tan hondo a su tarea”.Finalmente, señaló que “eso es lo que pedimos hoy. Que tanto las autoridades como cada ciudadano de La Plata encuentren en el don si mismos a los demás el sentido de su tiempo, porque así nacerá una ciudad cada vez mejor”.

 


El deseo de Dardo Rocha

 Finalizado el Te Deum, el Arzobispo recordó que el deseo del fundador de la ciudad era que se lo sepultara en la Catedral, cubierto por la bandera argentina. Por eso invitó al Sr. Intendente, Julio Garro, a dirigirse a la cripta.Allí colocaron sobre la tumba de Dardo Rocha la bandera nacional, que se mantendrá allí hasta fin de año, debido a que se celebran los 100 años de su muerte.

 


TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA


 

VIDEO: GENTILEZA DE IGLESIA CATEDRAL MEDIA

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