Falleció Mons. Armando Jorge Levoratti.

     Hasta los últimos momentos de su vida, Mons. Levoratti aprovechaba los encuentros con los seminaristas para hablar con pasión por la Palabra de Dios. En septiembre de 2015, con el marco del Mes de la Biblia, cuando su salud comenzaba a deteriorarse sostenidamente, fue homenajeado en la Catedral de La Plata, con la presentación de la nueva versión de la llamada Biblia argentina (el Libro del Pueblo de Dios), dirigida por él; y enriquecida con nuevos comentarios y estudios.

     Tuvo, entonces, significativas expresiones de reconocimiento a la obra y su autor, el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer. El encuentro estuvo organizado por Animación Bíblica de Pastoral y Pastoral Universitaria de La Plata. Y contó con la participación de numerosos sacerdotes, religiosas, seminaristas y demás fieles.
Mons. Levoratti, con sentidas palabras, agradeció a los organizadores por su iniciativa. Y los alentó a seguir profundizando en la Sagrada Escritura, ante los nuevos desafíos de la evangelización. Tuvo, igualmente, profundas expresiones de gratitud hacia el recordado Mons. Alfredo Trusso, y los demás colaboradores en la traducción de los originales.

     Mons. Levoratti nació en La Plata, el 31 de enero de 1933. Fue ordenado Sacerdote, en Roma, el 3 de marzo de 1957, por el entonces secretario de la Sagrada Congregación de Seminarios y Universidades, el luego Cardenal Carlo Confalonieri. Cursó estudios en el Seminario de La Plata; en la Universidad Gregoriana, en el Pontificio Colegio Pío Latino Americano, en el Pontificio Instituto Bíblico, y en el Pontificio Instituto Oriental, de Roma; en el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago y en la Universidad Nacional de la Plata.
Desde el 1º de enero de 1960 fue profesor de Sagrada Escritura en el Seminario Mayor de La Plata. Y desde el 5 de marzo de 1987, por nombramiento del entonces Arzobispo de La Plata, Mons. Antonio Quarracino, ejerció como Vicerrector del mismo. En abril de 1985 asumió como párroco de Nuestra Señora de la Piedad, la Iglesia del Seminario; previamente, desde abril de 1983, estuvo a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Santísimo Rosario, en El Dique, Ensenada.
A partir de 1974 fue profesor extraordinario invitado al Departamento de Sagrada Escritura de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina. Dictó cursillos sobre Hermenéutica Bíblica, y colaboró en el curso de Exégesis de Antiguo Testamento. Entre 1984 y 1998 dirigió la Revista Bíblica Argentina. Integró el equipo coordinador del Comentario Bíblico Internacional; y fue asesor honorario de las Sociedades Bíblicas Unidas, y miembro de la Comisión Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina.
Integró la Pontificia Comisión Bíblica y, en 1991, contribuyó a la preparación del documento sobre «La interpretación de la Biblia en la Iglesia», con un trabajo sobre las relaciones de la exégesis bíblica, con la Teología Dogmática. Dictó conferencias en España, Italia, Estados Unidos y en casi todos los países de Hispanoamérica. Participó en numerosos talleres de ciencias bíblicas, organizados por las Sociedades Bíblicas Unidas, especialmente en Cuba. Fue coordinador de la edición del Comentario Bíblico Latinoamericano.
Una de sus contribuciones más notables fue la traducción de la Biblia, de los originales hebreo y griego, junto con Mons. Alfredo Trusso. Nació, así, la versión argentina de la Biblia; luego de más de veinte años de arduo, tenaz y constante trabajo. Y su difusión está a cargo de la Fundación Palabra de Vida, con asiento en Leiva 4219, de la Capital Federal.
Entre los títulos de Palabra de Vida se destacan las ediciones de El Libro del Pueblo de Dios y El Libro de la Nueva Alianza. Palabra de Vida se inició en 1976, por iniciativa del entonces Obispo de Lomas de Zamora, Mons. Desiderio Elso Collino; para una mejor difusión de las Sagradas Escrituras, en un lenguaje adaptado a la manera de hablar rioplatense.

     El 11 de julio de 1986 el papa San Juan Pablo II lo incorporó a la Familia Pontificia dándole el título de Prelado de Honor de Su Santidad, y el tratamiento de Monseñor.