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«El trabajo y el silencio», en el Retiro Cuaresmal del clero platense.

 

 

Mons. Aguer, en el Retiro Cuaresmal del clero platense (8-3-17).

 

     «El trabajo y el silencio» fue el tema abordado por el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, en el Retiro Cuaresmal del clero platense. La jornada tuvo lugar este miércoles 8 de marzo en la Casa de Ejercicios «Nuestra Señora de Luján» (Seminario Menor), de Los Hornos. Luego de su plática, hubo tiempo para confesiones; y se concluyó con la Adoración del Santísimo Sacramento.
     El prelado destacó que «existe una relación esencial entre el trabajo y el silencio del Sacerdote. Se reclaman el uno al otro; y siempre es oportuno tenerlo presente».
     Agradeció, al respecto, el trabajo de los sacerdotes en la Arquidiócesis; «muchas veces en contextos bien difíciles, como las periferias geográficas y existenciales, de las que habla con insistencia el papa Francisco. De cualquier modo, debemos seguir multiplicando esfuerzos para que cada parroquia posea todo su territorio. O sea, que llegue con el anuncio y el testimonio de Jesucristo hasta los confines de su jurisdicción. Hay que trabajar para que nuestras parroquias estén vivas, y no muertas. Si hay políticos que tocan los timbres de las casas, ¿por qué los párrocos, y otros fieles capacitados, no pueden hacerlo también?».
       Describió, igualmente, «los múltiples desafíos con los que nos encontramos todo el tiempo: la Argentina es un país de bautizados paganos; especialmente en los barrios más pobres debemos crecer en los esfuerzos misioneros. Y, por supuesto, tenemos el grave problema de la destrucción del matrimonio y la familia; hoy la gente casi ni se casa. En este Año Vocacional Arquidiocesano, en que buscamos que la impronta vocacional atraviese todos nuestros apostolados, propongamos con insistencia la vocación al matrimonio».
       Con respecto a la situación social, advirtió que «mientras como Iglesia tratamos de resolver todos los problemas sociales del país, otros cristianos les hablan a nuestros fieles de Jesucristo. La primera obra social de la Iglesia es la evangelización. No debemos olvidar nunca que Cristo fundó la Iglesia para llevar a los hombres al Cielo. Si cristianizamos la sociedad, haremos más justa la sociedad; no al revés».
       Lamentó, igualmente, la falta de un laicado comprometido a fondo con las cuestiones sociales y políticas del país. Y recordó, al respecto, dos experiencias muy valiosas que se registraron, a finales del siglo XIX, con los católicos que lucharon por la libertad de enseñanza, como Estrada, Goyena, Achával Rodríguez, Casabal y otros. Y, a partir de la tercera década del siglo XX, los Cursos de Cultura Católica. Fueron los laicos y no los obispos los que llevaron adelante esas iniciativas. De aquellos famosos Cursos surgió la Universidad Católica Argentina… Hoy tenemos muchas universidades católicas, pero ¿dónde está la presencia de los egresados de nuestras universidades en la política, la economía, la justicia, el arte, y la ciencia, entre otros ámbitos?. En la Arquidiócesis hemos avanzado muchísimo en la Pastoral Universitaria; y debemos seguir profundizando ese camino».
      Sobre el silencio sostuvo que «es fundamental para hacer oración. Desde seminarista he disfrutado, al respecto, las cartas de San Ignacio de Antioquía. Valga citar, por ejemplo, la Carta a los Magnesios (8, 2), en la que afirma que ‘el Logos salió del silencio de Dios’. Y en la Carta a los Efesios (15, 1) afirma que ‘más vale callarse y ser, que hablar y no ser’… La predicación de Jesús estuvo sostenida por su silencio… Se retiraba al silencio. Y conmueve el silencio en su pasión».
     Comentó, igualmente, el reciente libro del Cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, «La fuerza del silencio. Contra la dictadura del ruido». Dijo, en tal sentido, que «el silencio asocia nuestro trabajo. No hay oración sin silencio… Es en el silencio de la oración donde nosotros entendemos la teología».
      Por último, invitó a los sacerdotes a que «en este santo tiempo de Cuaresma no tengamos miedo de revisar nuestras cosas, y asumir nuestra condición de pecadores. No nos faltará la gracia del Señor…».
Nombramientos de párrocos
       Al término del Retiro, el Obispo auxiliar de La Plata, Mons. Nicolás Baisi, dio a conocer los últimos nombramientos de párrocos. Los mismos serán puestos en funciones en los próximos días.
       El padre Osvaldo Ballare, hasta ahora a cargo de Nuestra Señora de la Luz, irá a Nuestra Señora de Lourdes, de Verónica. En Nuestra Señora de la Luz asumirá el padre Sebastián Stelman.
       Como párroco de San Benito, de Olmos, irá el padre Nicolás Oyhamburu. En Nuestra Señora de Luján, de Bavio, asumirá el padre Gustavo Ramos. Y en San José Obrero, de Berisso, el padre Miguel Harriague. En Santa Rita hará lo propio el padre Diego Hilbe.

 

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