El Arzobispo celebró la Misa por los enamorados
El Arzobispo Víctor Fernández celebró este lunes 14 de febrero la Misa por los enamorados, en la parroquia San Roque de La Plata, acompañado por el Deán Patricio Trevizán.
Allí recordó que «San Valentín desafiaba una norma del Emperador que prohibía el casamiento a los soldados para que estuvieran totalmente disponibles». “Valentín, cuando veía una pareja de personas profundamente enamoradas, los casaba a escondidas”, recordó el Arzobispo, quien dijo que “probablemente él había leído el Cantar de los Cantares, que exalta el amor de los novios y esposos, y dice: ‘Fuerte como la muerte es el amor… una llama de Dios’. Tan bello es el amor de los enamorados, que muchas veces los místicos lo han usado como símbolo de la unión con Dios». Por eso, Mons. Fernández propuso «pedirle al Espíritu Santo que bendiga, ilumine y fecunde el amor de los enamorados, para que crezca, madure y se vuelva cada vez más generoso». Al mismo tiempo recordó que el mundo actual no alienta precisamente el amor verdadero, fuerte, firme y fiel, porque en este mundo individualista ya no existen novios y esposos sino meramente convivientes, uniones a prueba sin el deseo de compartir realmente la vida. “Porque el amor sincero, aun cuando pueda debilitarse una forma de deseo o de placer, se profundiza como una honda satisfacción de compartir toda la vida con el otro. Este sentido de pertenencia mutua fragua un nosotros que nos hace sentir seguros más allá de todo», expresó. Finalmente, invitó a reconocer que «aun los solteros o célibes tienen que ser enamorados, enamorados de Dios, del pueblo, de los necesitados, renunciando al aislamiento para vivir otra forma de amor».
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