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Cuarto domingo de Cuaresma: Los Tres Puntitos del Arzobispo Gabriel Mestre

Domingo 4º Cuaresma Ciclo B. 10 de marzo de 2024

Primera lectura: 2Crón 36,14-16.19-23

Salmo: Sal 136,1-6

Segunda lectura: Ef 2,4-10

Evangelio: Jn 2,14-21

         El cuarto Domingo de cuaresma recibe el nombre de LaetareLaetare es el imperativo del verbo latino laetor que significa alegrarse, regocijarse, colmarse de felicidad. En el marco penitencial de la cuaresma ya abrimos el corazón a la alegría de la Pascua que se acerca.

         El texto evangélico de este Domingo se puede subdividir en tres partes:

I-                  Reflexión en torno al “levantar en alto” (versículos 14-15).

II-               Designio de amor de Dios por el mundo (versículos 16-17).

III-            Aceptación o rechazo del designio de amor de Dios por el mundo (versículos 18-21).

Teniendo presente estos tres temas diferentes, pero relacionados entre sí, propongo los puntos de meditación y oración para esta semana sintetizados en tres palabras: MEDICINA, SALVACIÓN, ELECCIÓN.

1.     La Cruz de Cristo: verdadera MEDICINA de Dios

2.     Un Dios rico en misericordia que quiere la SALVACIÓN

3.     ELECCIÓN de la Luz o las tinieblas

1.     La Cruz de Cristo: verdadera MEDICINA de Dios

Los versículos 14-15 traen a colación un episodio relatado en Núm 21,4-9 donde ante la realidad del pecado del pueblo, Dios “manda” unas serpientes abrasadoras que mordían y provocaban la muerte de muchos. Cuando los miembros del pueblo reconocen su pecado y piden perdón Dios les da como remedio, como MEDICINA, que miren una serpiente de bronce colocada en el extremo de un mástil sostenida por Moisés. Todo el que era mordido al mirar este signo quedaba curado. Así como la MEDICINA de la Primera Alianza fue mirar a la serpiente levantada en alto, en la Nueva Alianza la MEDICINA será el Hijo del hombre levantado en alto que trae Vida Eterna a todo el que cree en Él. Jesús en el Evangelio del día recrea y profundiza de manera simbólica el episodio del Primer Testamento para referirlo a su crucifixión y glorificación. Cristo muerto y resucitado será la NUEVA MEDICINA para sanar la enfermedad del pecado y la muerte espiritual en el corazón de los seres humanos. Así como la serpiente era un signo de salvación que curaba a los que la miraban, la Cruz de Cristo será signo de salvación para los que la contemplen.

¿Percibo en la Cruz de Cristo la verdadera MEDICINA para mi alma? ¿Me dejo “curar” por la Cruz de Jesús? ¿Qué pienso cuándo estoy ante la imagen de Cristo crucificado? ¿Voy preparando mi corazón para contemplar en esta Pascua 2024 al Señor crucificado? ¿Recomiendo “esta MEDICINA” a mis hermanos?

2.     Un Dios rico en misericordia que quiere la SALVACIÓN

Los versículos 16-17 nos revelan las verdaderas intenciones de Dios que tienen que ver con el amor. Dios ama tanto al mundo que entrega a su propio Hijo para que todos tengan vida eterna, no para la condenación sino para la SALVACIÓN de las personas. La segunda lectura comenzará diciendo que Dios es rico en misericordia. Que importante recuperar para nuestra experiencia religiosa este aspecto: Dios quiere que el mundo se SALVE, Dios no viene a condenar al mundo sino que trae la SALVACIÓN. Dios es Amor con mayúsculas y estas, y no otras, son sus verdaderas intenciones. Recordémoslo siempre: el motivo del envío del Hijo es el amor. Dios no se queda en palabras vacías sino que realiza hechos concretos: entrega por amor a su propio Hijo Único para la SALVACIÓN del mundo. Dios no se complace en la situación pecadora de la humanidad ni viene como juez implacable y vindicativo sino que por el gran amor y misericordia que nos tiene, busca restaurar en nosotros la imagen deteriorada por el pecado: esto es la SALVACIÓN.

¿Soy consciente del designio universal de SALVACIÓN de Dios? ¿Descubro cada día que Dios quiere SALVAR a todo ser humano? ¿Pierdo de vista esta realidad y caigo en actitudes condenatorias, en juicios duros e intempestivos? ¿Soy misericordioso con los demás como el Señor lo es conmigo? ¿Comunico con alegría a los demás el don de la SALVACIÓN que nos viene de Dios?

3.     ELECCIÓN de la Luz o las tinieblas

En los versículos 18-21 se presentan las dos posibles respuestas de la humanidad ante el designio y la propuesta de Dios: creer o no creer; la Luz o las tinieblas; la verdad o la mentira; el bien o el mal; los mandamientos y las obras buenas o el pecado.Se impone la ELECCIÓN.Dios hace al ser humano libre y le da la posibilidad de ELEGIR. De la determinación de cada uno depende la salvación o la perdición. La fe y la incredulidad aquí se confrontan en un férreo combate. La razón de la incredulidad son las “malas obras”, “lo malo”; por eso huye el pecador de la Luz. En la respuesta de fe se realiza el juicio mismo de Dios sobre cada una de las personas. Es aquí donde la responsabilidad y el buen uso de la libertad para ELEGIR se ponen en juego. Es un texto evangélico inquietante. Percibimos con claridad que el juicio final no está tan lejos. Tenemos que decidirnos, tenemos que entrar en la dinámica de la ELECCIÓN, tenemos que jugarnos en serio por Dios y su Palabra con la misma fuerza que Él nos da.

¿Qué uso estoy haciendo de mi libertad?, ¿para el bien, la verdad, el amor, la belleza, la vida…? ¿Estoy preparado para la ELECCIÓN en las pequeñas o grandes cosas de mi vida? ¿Soy consciente que está en mis manos la salvación y también la condena? ¿Ayudo a los demás a estar abiertos al Dios rico en misericordia en el camino de la salvación? ¿Los ayudo a ELEGIR bien, según el designio de Dios?

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