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Caritas Argentina

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La fé obra por la caridad. Mayo 2012.

A los fieles todos de la arquidiócesis:

La colecta anual de Caritas, en la que nuestro pueblo suele participar generosamente, se ha convertido en una sincera expresión de solidaridad. En ese gesto colectivo se revela una conciencia de preocupación por el otro, y de responsabilidad por el bien de los más necesitados; es un noble sentimiento de humanidad en el que asoman las raíces cristianas de la sociedad argentina.

Conviene, sin embargo, esclarecer mejor las motivaciones de la colecta, y en consecuencia fortalecer la voluntad, la decisión de participar en ella según las posibilidades de cada uno, pero haciendo el esfuerzo necesario para que los resultados sean mejores que los de los años precedentes.

Las grandes motivaciones para los fieles católicos son la fe y la caridad, que han de ejercitarse, en este caso, inseparablemente unidas. La fe ensancha nuestra visión del mundo al proyectar sobre éste la luz que viene de Dios, así nos capacita para ver más allá de las fronteras de lo aparente y llegar a la verdadera y más profunda dimensión de la realidad. Por la fe podemos reconocer a Cristo en los pobres, en los más olvidados, en aquellos de los que nadie se preocupa. Pero no basta la mera contemplación de las necesidades del prójimo. Como enseña el apóstol Santiago, la fe si no va acompañada por las obras está completamente muerta (St. 2, 17). Más aún, la fe impulsa a la acción, obra por medio del amor (Gál. 5, 6).

La colecta de Caritas se realiza en junio, el mes dedicado especialmente al culto del Sagrado Corazón de Jesús, cuya solemnidad litúrgica se celebra en esos días. Contemplando el Corazón de Cristo, hoguera ardiente de caridad, y su entrega de amor por nosotros, decidimos hasta qué grado podemos, queremos, debemos concretamente empeñarnos en generosidad. Este año la colecta coincide con la celebración del Corpus Christi, el misterio de la fe, el sacramento del amor del Señor hasta el extremo. San Pablo exhortaba a los corintios a participar de la colecta en favor de los fieles de Jerusalén, y les decía: ustedes se distinguen en todo… espero que también se distingan en generosidad… quiero que manifiesten la sinceridad de su amor mediante la solicitud por los demás. El Apóstol les presentaba el ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza (2 Cor. 8, 7-9).

Hay una razón suplementaria para que este año la colecta de Caritas supere las marcas anteriormente logradas en nuestra arquidiócesis. La situación económica del país registra peligrosos nubarrones en el horizonte, mientras que la persistencia de la pobreza en franjas muy anchas de la población pone de manifiesto que perduran injusticias y desigualdades excesivas. Podemos referir a la actualidad la explicación mediante la cual san Pablo trataba de movilizar a los vacilantes: no se trata de que ustedes sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya igualdad (2 Cor. 8, 13). La caridad despeja el camino que lleva a la equidad, a la armonía y a la amistad social; es un camino recto y sincero que evita los atajos retorcidos. A nuestros hermanos más pobres, tantas veces defraudados en sus esperanzas y manipulados por el clientelismo político, les debemos la verdad de la caridad, que es expresión de nuestra fe.

Con mi afectuosa bendición.

+ HÉCTOR AGUER

Arzobispo de La Plata
Presidente de la Comisión Episcopal de Educación

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