«Muñeco por la Vida, contra la cultura del descarte», en parroquia de Los Hornos.
Desde 1956, en La Plata y alrededores, algunos vecinos en la noche de fin de año, y en los primeros minutos del Año Nuevo, acostumbran quemar muñecos realizados con papel, madera, cartón, y otros materiales de fácil combustión; para simbolizar la despedida del año viejo. Con frecuencia contienen artículos de pirotecnia; que suelen provocar graves heridas y numerosos daños.
La parroquia Nuestra Señora de la Salud, de 137 entre 66 y 67, de Los Hornos, junto con la organización provida Elegimos la Vida, se propuso este año concretar una alternativa virtuosa: la construcción de un muñeco Por la Vida, y contra la cultura del descarte, que será quemado a la 1.15, del viernes 1º de enero de 2016.
Según explicó el párroco, padre Pablo Osow, «queremos apostar, con firmeza, por la Vida, contra la cultura del descarte no solo de cosas, sino fundamentalmente de personas; sobre la que, con insistencia, nos advierte el Papa Francisco. Nuestra decidida opción por la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, nos impulsa a proclamar su valor. Por eso vamos a celebrar, llenos de alegría, que la vida se renueva en el inicio de un nuevo año; y que vale la pena luchar por una sociedad y una Iglesia que honren la vida y la defiendan con entusiasmo».
Agregó que «por eso pensamos en esta alternativa: un muñeco sin fuegos artificiales, sin explosiones, sin gastos excesivos e innecesarios. Un muñeco pensado y construido entre todos los jóvenes de nuestro barrio. Un muñeco que simbolice la cultura del descarte, que signifique la muerte en todas sus formas posibles, que exprese la esclavitud que generan los vicios. Un muñeco que podamos quemar en silencio, pensando, anhelando un mundo mejor; manifestándonos en contra de lo que nos hace mal, quemando lo que nos quema la vida. Proponemos, entonces, un evento que nos abra a la esperanza».
Invitó, en consecuencia, «a todos los que que quieran pasar un fin de año distinto, para que nos acompañen. Tendremos la Misa del 31, a las 20, para celebrar a Santa María, Madre de Dios; y pondremos, en sus manos, el año que termina, y el 2016, que comienza. Luego cenaremos en la vereda, y a la canasta. Habrá un escenario donde algunos artistas nos ayudarán a cantar y bailar. Y, sobre todo, un clima de familia, que nos devuelva el sentimiento de sabernos hermanados, porque somos hijos de un mismo Padre».
Mayores informes pueden solicitarse en el teléfono parroquial (0221) 450-9268.
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