Mons. Nicolás Baisi se despidió de la Arquidiócesis de La Plata
Este viernes, en la Iglesia Catedral de La Plata, el ahora Obispo diocesano de Puerto Iguazú, Mons. Nicolás Baisi, se despidió de la Arquidiócesis de La Plata con una Santa Misa que fue transmitida en vivo por diferentes plataformas digitales, ante la imposibilidad de invitar a la feligresía debido a la cuarentena.
Al inicio de la celebración, el Arzobispo Víctor Fernández explicó el sentido de la celebración, indicando que era “algo más que una despedida”. “Porque la Arquidiócesis donde él (Mons. Baisi) comenzó y desarrolló su ministerio episcopal actuaba de algún modo como instrumento de Dios para enviarlo a su nueva misión como Obispo de Puerto Iguazú”, señaló Mons. Fernández.
Asimismo, el Arzobispo expresó que también “se trató de una Misa para pedir por él, para que Dios le conceda la luz y la fortaleza que necesitará para guiar a su Diócesis. Por otra parte, es una ofrenda a Dios, porque se le presentan como ofrenda todos los esfuerzos y la entrega de Mons. Nicolás durante 10 años en La Plata”.
Y prosiguió: “Finalmente, se agrega un motivo no menor para la Eucaristía, ya que precisamente este día se celebra el décimo aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Nicolás, donde Dios por su amor gratuito lo consagró”.
Por otra parte, el Arzobispo destacó algunas características de Mons. Baisi que serán recordadas como un peculiar testimonio: su constante disponibilidad, sin días ni horarios ni excusas, y su capacidad de unir el fervor religioso y el compromiso social.
Al mismo tiempo, Mons. Fernández destacó que “Mons. Baisi conserva un corazón de párroco, que seguramente dará notas de cercanía y generosidad a su ministerio en Puerto Iguazú. Es el corazón de párroco que fraguó en su Diócesis de origen cuando era párroco en Grand Bourg, años que Nicolás siempre recuerda con especial cariño”.
Posteriormente, Mons, Baisi dirigió unas palabras y comenzó expresando un profundo agradecimiento a Dios “quien me creó y me llamó al sacerdocio y después al Episcopado y a La Plata, que siempre me cuidó”. “Asimismo le agradezco al Papa Benedicto XVI que me llamó al Episcopado y al Papa Francisco que me encomendó la diócesis de Puerto Iguazú, donde los Jesuitas hicieron tanto y en donde espero poder seguir el ejemplo de tantos grandes Jesuitas que trabajaron allí”.
Y continuó: “También quiero agradecer de un modo especial a Mons. Héctor Aguer, que confió en mí para esta tarea, consagrándome y compartiendo conmigo la misión episcopal. Gracias a ello pude participar en la pastoral de la arquidiócesis creciente”.
Además, destacó que “en estos 10 años he visto muchas cosas, un crecimiento en número y en madurez de sacerdotes, religiosas y laicos también, habiendo podido acompañar a muchos de todos ellos en la tarea de anunciar a Jesús, único salvador del mundo”.
“Agradezco también a Mons. Alberto (Bochatey) y a Mons. Víctor (Fernández) que tanto me acompañaron y tanto me enseñaron. Tanto aprendí con ellos y agradezco su fraternidad episcopal. Asimismo agradezco a todos los sacerdotes con quienes he podido trabajar y religiosas, quienes con su carisma enriquecen esta arquidiócesis”, añadió Baisi.
En referencia al clero, destacó la importante tarea que ha desarrollado para colaborar con esta Arquidiócesis tan heterogénea, remarcando que es un clero “sólido y trabajador, con diferentes carismas, estilos y capacidades que enriquecen el trabajo pastoral”.
En tanto que también subrayó: “Agradezco a las Carmelitas, donde cada mañana he celebrado la Misa y me he nutrido de virtudes bellísimas. Gracias por tanto afecto, tanta oración y riqueza espiritual y una calidad atenta, delicada y exquisita. Es incalculable lo que les debo”.
“A los laicos les agradezco la confianza y el trabajo generoso, con los cuales hemos trabajado en distintos ámbitos. Es muy bueno poder confiar en la gente y que responda a la confianza. He encontrado mucha gente buena en la arquidiócesis, mucha gente buena”, expresó Mons. Baisi, quien también hizo extensivo su agradecimiento al Consejo de Asuntos Económicos que, con “capacidad, generosidad, tiempo y un gran compromiso por la iglesia, tanto ayudó a una administración ordenada como así también a una arquidiócesis sólida en cuestión económica”.
Sobre el final, agradeció también todo el trabajo de la gente de la Curia, “con quienes hemos compartido tantas cosas. Y a los jóvenes de las diversas parroquias y movimientos, en especial los de Aventura, que con su fe y entusiasmo, dan color y sabor a la vida arquidiocesana”.
Se dirigieron también a Mons. Baisi, con palabras de agradecimiento por toda su tarea pastoral realizada en todos los años en la arquidiócesis; el Pbro. Patricio Trevizan, en nombre de todos los hermanos sacerdotes y religiosos; Roberto Maiochi, en nombre de los laicos que no pudieron estar presentes; así como también una representante en nombre de todas las comunidades de religiosas y consagradas, junto con una voz enviada en nombre de todos los jóvenes que componen la arquidiócesis.
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