Se celebró la misa arquidiocesana de jóvenes en La Plata
El obispo auxiliar, monseñor Jorge Esteban González, presidió la misa arquidiocesana de jóvenes ayer miércoles 15 de febrero en el santuario de María y Todos los Santos (Basílica San Ponciano), que fue concelebrada por los presbíteros Matías Villarreal, asesor de la Pastoral Universitaria; y Juan Francisco Pappalardo, acompañante del movimiento Aventura.
Durante la misa, en la que participó un grupo numeroso de jóvenes pertenecientes a las diferentes comunidades y movimientos; de la Pastoral Juvenil, la Pastoral Pre-juvenil y la Pastoral Universitaria, monseñor González recordó que es “muy importante poder generar espacios de comunión. Apuesto mucho a que esta Eucaristía nos vaya sosteniendo a lo largo del año, acompañándonos y también creciendo con otros que estemos invitando”. “En este momento de encuentro espiritual prolongamos la alegría de estar juntos”, expresó.
A la luz de las lecturas compartidas y recordando que este año será un año para crecer en la santidad, monseñor González se refirió a “dos ideas muy claras”: La primera de estas, señaló, tiene que ver con la actitud de Dios “que no se cansa de nosotros y que siempre nos regala una oportunidad. Esto tiene un valor muy grande para nosotros”.
Asimismo, reconoció que a pesar de que “muchas veces en el camino de nuestra vida se nos viene ese pensamiento de que no ‘hice tal cosa’, ‘Dios ya no está más conmigo’, o ‘Dios se olvidó de mi’, Dios apuesta por mí, me regala una oportunidad para que tome la vida enserio y pueda responderle con autenticidad desde mi interior”. “Jesús siempre vino a recordarnos que cada uno de nosotros somos valiosos a los ojos de Dios”, enfatizó.
La segunda idea que compartió monseñor González es saber aprender a respetar los tiempos y procesos de Dios. “Muchas veces por nuestras ansiedades queremos que Dios obre inmediatamente haciendo todo y no somos capaces de entrar en esa dinámica paciente de que muchas veces Dios obra con procesos que son lentos, nuestra propia vida”.
En esa línea, aseguró que se trata de “tener la actitud de lo que Jesús me dice y me está marcando”. “Entonces, es muy importante que nos dejemos moldear por Jesús, donde muchas veces la obra que Jesús quiere hacer en cada uno de nosotros lleva un ritmo que quizá nosotros no lo abrazamos y en el cual tenemos que aprender a entrar”, destacó.
Finalmente, animó a “respetar los procesos de vida, ya que esto es fundamental en el crecimiento personal y además también en el crecimiento comunitario, lo que significa no forzar situaciones”.
Las misas de jóvenes continuarán durante todo el año y se celebrarán los terceros miércoles de cada mes.
Comentarios recientes