Mons. Aguer prohibió que se celebren sacramentos en el Colegio Castañeda.
El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, movido por las quejas recibidas acerca de los abusos litúrgicos ocurridos en celebraciones del colegio Fray Francisco de Paula Castañeda, de calle 13 Nº 1774, emitió el decreto Nº 023/2018, por el que prohibe toda celebración eucarística en dicho colegio, «en la parroquia San Francisco de Asís, o en cualquier otro sitio para los estudiantes del mencionado establecimiento, excepto que sea presidida por el párroco del lugar». Asimismo, estableció que «en adelante, los alumnos deberán prepararse y recibir los sacramentos de la Confirmación y la Eucaristía que completan la iniciación bautismal cada uno en su respectiva parroquia, o en cualquier otra de la Arquidiócesis. No habrá más Confirmaciones y Primeras Comuniones del Colegio. Quienes actualmente cursan el trienio catequístico – sacramental, pueden concluirlo con las celebraciones correspondientes en la parroquia San Francisco de Asís».
En la norma, el prelado platense cita las «varias denuncias de padres del Colegio, quejándose de las irregularidades litúrgicas y del ambiente inapropiado que se creó en la Misa del 3 de abril del corriente, martes de la Octava de Pascua, celebrada en la parroquia San Francisco de Asís». Y que «los hechos han sido corroborados ante mí por testigos presenciales que subrayan la gravedad de lo acontecido y han dejado su testimonio por escrito y firmado».
En los considerandos agrega que «hace tiempo advertí personalmente al R. P. Fray Diego Morea, OFM, convocado al efecto, que no debían repetirse los abusos litúrgicos que se cometían, y que él mismo protagonizaba». Y que «no puede esperarse razonablemente que tales situaciones no vuelvan a ocurrir».
Añade que «la experiencia muestra que los alumnos del mencionado Instituto no reciben la preparación adecuada para participar dignamente, con atención y piedad, del Santo Sacrificio de la Eucaristía y por tanto no pueden percibir los frutos abundantes para cuya obtención Cristo Nuestro Señor instituyó el Sacrificio eucarístico (canon 855 CDC). Y que corresponde al Obispo promover la disciplina que es común a toda la Iglesia, exigir el cumplimiento de las leyes eclesiásticas y vigilar para que no se introduzcan abusos en la celebración de los sacramentos y en el culto de Dios y de los santos (cf. 313 CDC)».
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