Bodas de Oro de la Madre María Margarita, una de las «Monjas de Pipinas».
La Madre María Margarita, una de las «Monjas de Pipinas», como se las conoce popularmente -por estar a cargo de la Vicaría Inmaculada Concepción, en Pipinas (Punta Indio)-, acaba de celebrar, en Perú, sus Bodas de Oro religiosas, en el Instituto Misioneras de Jesús Verbo y Víctima. «Estoy muy agradecida a Dios -destacó-, y felicísima por todos estos años. Nuestra congregación llega a los sitios más alejados, donde no pueden arribar los Sacerdotes. Como decimos habitualmente, ‘nuestra parroquia comienza donde termina el asfalto’. Es una gracia de Dios ir abriendo los caminos de la Iglesia; para que, cuando llegan los Sacerdotes, puedan administrar los sacramentos a quienes están debidamente preparados».
La religiosa agradeció, igualmente, al Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, por haberlas invitado a venir a la Arquidiócesis hace una década. Y destacó que, «si bien aquí no tenemos distancias enormes, en zonas geográficamente muy desfavorables, vivimos también distintos desiertos espirituales. Es notable la descristianización de vastos sectores de nuestras comunidades. Por eso, el empuje misionero y el fervor apostólico son imprescindibles para esta nueva evangelización».
Evocó, asimismo, sus distintos apostolados de estas décadas. Y sostuvo que, «gracias a Dios, de a poco, van llegando las vocaciones. Ahora, en San Rafael (Mendoza) tenemos cinco junioras, cuatro novicias, una postulante, y dos aspirantes. Reconforta ver que el Señor sigue llamando a las jóvenes, a su seguimiento total. Lo más curioso -dijo entre sonrisas- que algunas chicas llegan a conocernos a través de internet».
Por último, anunció que próximamente fundarán una nueva casa en pleno Impenetrable chaqueño; gracias a la invitación que les hiciera el Obispo de Presidencia Roque Sáenz Peña, Mons. Hugo Barbaro. «Quiera Dios -concluyó- que estemos a la altura de tan importante desafío».
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